Uno de los videojuegos más esperados de la realidad virtual en 2023 es Vampire: The Masquerade – Justice, obra con una fuerte inspiración en Dishonored y que lleva la saga Vampire a la VR. Acción, sigilo, vampiros, sangre, saltos y una aventura con Venecia como escenario. ¿Merece la pena? Después de haber jugado a la versión de Meta Quest 2, te cuento lo que me ha parecido en este análisis.
Los poderes de los vampiros
Vampire: The Masquerade – Justice es el nuevo juego de la saga Vampire y del universo World of Darkness. El estudio Fast Travel Games nos trae esta aventura que tiene una particularidad principal: es un videojuego de realidad virtual. Te pondrás en la piel de Justice, un vampiro que pretende tomarse la justicia por su mano, tras el asesinato de su sire (el ser que le convirtió en vampiro) y el robo de una estatua de mucho valor.
La sed de venganza nos lleva a Venecia, un escenario maravilloso, por su historia y por lo que a muchos nos evoca en gaming, con un recuerdo especial a Assassin’s Creed 2 (por cierto, AC Nexus nos llevará con Ezio a este lugar en VR). Este es un videojuego de sigilo y acción, ya que, aunque en la mayor parte de la obra tendrás que ser silencioso para salir vivo, hay momentos de combate inevitables.
La historia del título es, probablemente, uno de los apartados más flojos y carece de mucho interés. Estoy convencido de que los fans de la franquicia apreciarán los añadidos al lore que aporta la obra, por su propio relato y por las misiones secundarias y los coleccionables, pero la realidad es que, si no sabes mucho de la saga, te parecerá muy simple. Dicho esto, no hace falta que conozcas Vampire para disfrutarlo.
Lo interesante de Vampire: The Masquerade – Justice no está en su historia, está en su jugabilidad, muy inspirada en Dishonored, la saga de juegos de sigilo de Bethesda. Es lo más cercano que existe en VR a esta franquicia y, de hecho, te confirmo que es un videojuego de sigilo en el que realmente merece la pena actuar de forma silenciosa. Y esto se debe, fundamentalmente, a las habilidades de Justice.
En el videojuego tendrás a tu disposición diferentes poderes vampíricos que irás desbloqueando en la aventura. El básico te permite teletransportarte a un lugar cercano, lo que te servirá para sortear obstáculos, para encaramarte a salientes desde los que atacar o pasar desapercibido (hay mucha verticalidad en el juego), o también para matar, ya que es una de las formas de acabar de forma silenciosa con los enemigos.
Además de esta habilidad, podrás colocar trampas, hacerte invisible, atacar desde lejos… Hay multitud de capacidades que Justice puede adquirir, y eso algo que se agradece, ya que da variedad al gameplay y te permite jugar como quieras. Eso sí, no es posible utilizar los poderes sin fin, ya que tu hambre irá aumentando con cada uso de poder. Tendrás que vigilar tu aguante y también tu salud.
Para poder curarte o llenar tu estómago utilizarás diversas habilidades o, directamente, te acercarás a un humano y le morderás el cuello, haciendo el movimiento en el mundo real. Es un toque muy chulo. También podrás comer ratas o realizar otras acciones para recuperar tu energía, pero en todo momento deberás vigilar tu estado, porque es clave que te cuides para superar las misiones.
Líos en Venecia
Hablando de las misiones, el juego está dividido en capítulos y la ciudad, a su vez, cuenta con multitud de zonas separadas por pantallas de carga. Cada misión nos lleva a un recoveco y, aunque hay cierta apertura en los escenarios y puedes tomar caminos diversos, es un juego lineal. No lo digo como algo negativo, porque hay que entender qué tipo de proyecto es, pero no esperes un mundo abierto.
Dicho esto, quiero insistir en que tienes varios caminos y diferentes opciones para superar cada desafío. Además, y como te dije antes, el hecho de que haya diversas habilidades enriquece enormemente la jugabilidad. Por cierto, encontrarás de vez en cuando misiones secundarias. Hazlas, porque en muchas ocasiones son hasta mejores que las de la trama principal y sería una pena que las dejaras de lado (además obtendrás buenas recompensas).
Para personalizar aún más la aventura, el juego tiene el toque RPG en un árbol de habilidades que desarrollarás a tu gusto. Esto te permitirá adaptar a Justice a tu estilo de juego, durante las 8-10 horas que te durará. Pero el roleo no acaba ahí, ya que en ciertos momentos tendrás que tomar decisiones que afectarán ligeramente a la trama, aportando también algo de atractivo a rejugarlo.
Ten en cuenta, además, que habrá momentos enfocados al plataformeo y otros en los que tendrás que resolver algún puzle, aunque no son complicados. Todos estos momentos que rompen la rutina del videojuego son fantásticos y dan mucha variedad a la experiencia, que en general se disfruta mucho, a pesar de los peros que pueda tener la aventura. No creo que te aburras en ningún momento, la verdad.
Aunque el videojuego te invita a ser sigiloso (te recomiendo de hecho que evites enfrentamientos directos, porque aunque la IA no es buena, usa armas de fuego en muchos casos y puede fulminante rápido), hay ocasiones en las que el combate es inevitable, especialmente contra los jefes. Para mi desgracia y la tuya, estos son los peores momentos de la experiencia, con enfrentamientos realmente prescindibles y olvidables.
Se nota que el corazón de Vampire: The Masquerade – Justice es la infiltración y que el combate pues… Casi que sobra, parece impostado. La parte positiva, de todas formas, es que la obligación de pelear pasa muy pocas veces en la obra, así que tampoco acusarás demasiado que no sea un apartado reseñable. De todas formas, hubiera molado enfrentamientos con jefes a base de puzles, por ejemplo.
Rendimiento y accesibilidad en Meta Quest
He jugado en Meta Quest 2 y, salvo algunos bugs y glitches gráficos, estoy contento con el apartado técnico. El juego no está a la altura de los grandes referentes a nivel gráfico (Red Matter 2, por ejemplo), pero cumple muy bien, más teniendo en cuenta que es una obra muy oscura en gran parte del desarrollo. Es muy agradable a la vista y disfrutar de Venecia es simplemente maravilloso. Es un escenario perfecto.
El doblaje al inglés es también genial, con voces muy adecuadas para los personajes que aparecen. Da gusto escuchar a los dobladores, aunque ojalá estuviera doblado al español, claro. Aún así, no te preocupes: todos los textos están en castellano, así que no te perderás nada de nada. Los menús son claros y todo está bien estructurado. En ese aspecto se nota que es un proyecto serio, algo que no siempre vemos en VR.
Hay que decir que la obra ofrece multitud de opciones de configuración de accesibilidad, por lo que es un juego que muchos jugadores podrán jugar, lleven poco o mucho tiempo en realidad virtual. Es algo que siempre se agradece y que hace que la realidad virtual sea más accesible para todos. Por último, quiero señalar que el videojuego está disponible para dispositivos Quest (2, 3 y Pro) y PS VR2.
Conclusiones
Vampire: The Masquerade – Justice lleva la jugabilidad de Dishonored a la VR con gran acierto y aporta un valor diferenciador con los poderes vampíricos y con una ambientación fantástica en Venecia. Aunque la IA no es buena, la historia es floja y los enfrentamientos con jefes dejan que desear, es una experiencia muy divertida en lo jugable y merece la pena que la vivas.
Por último, dar las gracias a MightyPR por cedernos una copia de Vampire: The Masquerade – Justice.