¿Habéis jugado alguna vez a hacer sombras con vuestras manos? Seguro que sí, ¿verdad? Es un entretenimiento tan inocente y común, que hasta tuvo su representación en Los Simpson con la Noche de las Siluetas que realizaban Seymour y Anges Skinner. Pues bien, Silhouette, el nuevo videojuego del estudio indie Team Panoptes lleva esta idea de las sombras a la realidad virtual, en un curioso título de puzles. Descubre lo que me ha parecido en este análisis.
Aún recuerdo cuando, de niño, hacía figuras en la pared aprovechando la sombra que daba el flexo que tenía en mi mesa de estudio. Cuando uno empieza, es fácil recurrir a formas básicas, como un par de piernas andando o una pistola. Pero, si el pasatiempo te absorbe, puedes llegar a complicarlo mucho, con formas más complejas, como una paloma. Este inocente juego es uno que todos hemos experimentado.
Cuando vi por primera vez que Silhouette era un videojuego en realidad virtual que nos retaba a resolver acertijos usando nuestras manos para hacer sombras me quedé impactado. “¿Cómo es posible que a nadie se le haya ocurrido antes?”, pensé. Honestamente, desconozco si otro título ha experimentado con la idea pero, para mí, Team Panoptes es pionero al hacer un juego así.
Anonadado por la propuesta, no dudé en lanzarme a analizar esta pequeña y curiosa obra, que tiene sus más y sus menos. De hecho, resumiría Silhouette como una idea muy buena con una ejecución regulera. Es una pena, la verdad, que el título no haya cumplido las grandes expectativas que puse en él, pero no deja de ser una experiencia única, entretenida y que merece la pena probar.
Imaginación al poder
En Silhouette tenemos el objetivo de superar casi una treintena de puzles utilizando nuestra imaginación y nuestras manos. Cada uno de los acertijos que encontramos por los diferentes mapas que están presentes en el juego tiene un foco apuntando a una pared o un muro. En ellos podemos observar el rompecabezas correspondiente y tendremos que resolverlo a mano, literalmente.
En los puzles ayudamos a las Shadowies, unas criaturas sombra que siempre buscan llegar de un punto a otro. A veces, nuestra ayuda es tan sencilla como poner nuestra mano para que haga la forma de un camino entre dos puntos que no están conectados y el monstruito pueda cruzarlo. En otros casos, tenemos que representar con nuestros dedos la forma de una pistola, para poder derribar muros que impiden el paso de nuestro pequeño amigo.
Estos son solo dos ejemplos de algunas de las interacciones que podemos realizar en los diferentes rompecabezas. Algunos de ellos son tremendamente simples y os llevará segundos terminarlos. Otros, en cambio, son más complicados de entender de primeras. Es más, he estado atascado varios minutos en algunos de ellos, pero lo cierto es que el juego se puede pasar en una tarde si no os bloqueáis demasiado.
La idea, como anticipé antes, mola mucho, pero no termina de enamorarte. Primero, el desplazamiento por el escenario es muy mejorable y hace que se te quiten las ganas de seguir explorando. Nos movemos apuntando con nuestras manos a unos portales concretos que hay esparcidos por todos los mapas, haciendo que la aventura sea muy guiada. Eso no es negativo, pero lo cierto es que moverse por el mapa es muy tedioso.
Lo es porque por defecto el desplazamiento es muy lento, aunque se puede ajustar. Pero lo peor es la rotación sobre uno mismo. Para girar a izquierda o derecha tenemos que hacer gestos con la mano (quiero dejar claro que a este juego solo se juega con el seguimiento de manos, olvidaos de los mandos) y es un sistema que falla más de lo que me gustaría, lo que aún ralentiza más el movimiento.
Segundo, el seguimiento de manos también tiene margen de mejora. Falla a veces y no sabes realmente ni por qué (hay que jugar en un sitio bien iluminado y asegurarnos de que las manos estén siempre bien visibles para las cámaras de Meta Quest 2). Ojo, no es lo habitual, pero sí siento que se puede pulir un poco más. Es cierto, todo sea dicho, que el handtracking no funciona 100% perfecto en casi ningún juego de las gafas de Meta, porque es una tecnología que aún sigue desarrollándose, pero aquí puede dar más de sí.
Justito en lo gráfico
En el videojuego existe una especie de hub en el que podemos viajar a los diferentes “mundos” a resolver los acertijos, pero lo cierto es que la experiencia es, en todo momento, bastante lineal. Creo que es bastante normal para videojuegos de este tipo, pero entre eso y que solo podemos hacer sombras en los lugares adecuados para ello, la libertad del título es escasa.
En el apartado técnico, muy poco que destacar. Silhouette apuesta por un estilo gráfico con muy bajo detalle y colores muy planos. Hay otros videojuegos así y, hasta cierto punto, me parece lógico que se haya tomado esta decisión. El juego no necesita más, es la realidad, pero también considero que el look final del título es algo pobre. No es un gran problema en este caso, pero desde luego no esperéis un referente gráfico.
Conclusiones
Silhouette es un juego con luces y sombras, nunca mejor dicho. La idea es buena y merece la pena experimentarla, pero es cierto que el título se siente muy básico en la mayoría de sus apartados. Si sois fans de los juegos de puzles sí os animaría a que lo probarais, pero en caso contrario, creo que hay mejores opciones en este género en VR. Dicho eso, su precio bajo hace que sea una opción más que justa. Es una obra entretenida.