Hacer un buen roguelike es muy complicado. Es uno de esos géneros saturados, que muchos estudios utilizan de base para primeros juegos, y a veces es difícil encontrar uno que realmente merezca la pena y se coloque entre los más destacados del género. Así que, en este caso, me alegra mucho decirte que Shogun Showdown es uno de esos títulos que, sin dudarlo, te recomiendo. Análisis.
| DESARROLLADOR | EDITOR | PLATAFORMAS | FECHA DE LANZAMIENTO |
|---|---|---|---|
| Roboatino | Goblinz Publishing | Gamera Games | PC | PS4 | PS5 | SWITCH | XONE | XSERIES | 5 de septiembre de 2024 |
La elegancia del combate
En el imaginario colectivo vemos a los samuráis como temibles guerreros pero, a su vez, como asesinos elegantes y respetuosos. Los fundamentos de estos japoneses siempre se basan en el aprecio por la vida y la muerte, y por una profunda solemnidad incluso en la muerte. Creo que en Shogun Showdown hay mucho de eso: es un juego preciso, fino, que apela a la estrategia y a la pulcritud en todas sus batallas.
Shogun Showdown es un roguelike de combate por turnos y construcción de mazos en el que tu objetivo es derrotar al Shogun. Para ello, debes controlar a diferentes personajes (que irás desbloqueando) en batallas muy tácticas, en las que cada movimiento cuenta. Algunas de las acciones que se pueden realizar (por ejemplo, esquiva rápida lanzándote contra enemigos) te dan sensación de rapidez, pero mejor piensa qué harás.
Al ser un roguelike, ya sabes que juego puedes esperar. Batallas encadenadas con dificultad creciente y jefes a mitad de camino. Mucha muerte, claro, y armas y mejoras permanentes que desbloquearás, además de diferentes elementos que solo permanecen en cada intento. Hay un gran número de armas y son tremendamente variadas, además de que cada personaje tiene sus particularidades.
Ten en cuenta que en este videojuego juegas en 2D en un pequeño escenario dividido en casillas. Tanto tú como los enemigos os movéis por ellas de diferentes formas. Moverte consume tu turno, así como atacar o realizar otras acciones. Puedes prever cuándo atacarán los enemigos y esto te permite planificar tus movimientos para evitar los golpes e impactar en el mejor momento posible.
Por tanto, el posicionamiento en el campo de batalla es fundamental, como también lo es la paciencia. Atacar a lo loco o un turno antes de lo debido puede acabar con tu run casi sin que te des cuenta. Pero en todo esto incluyen las habilidades de cada personaje e incluso las armas que tengas, porque algunas te pedirán que estés al lado del enemigo para atacar (cuerpo a cuerpo, vaya), pero con otras podrás mantener distancia.
El tema es que los ataques los puedes usar a través de cartas. Debes construir un mazo y elegir sabiamente cuáles utilizas en cada momento. De hecho, tienen enfriamiento, por lo que no puedes spammearlas sin control. Insisto, es un videojuego que quiere que pienses. Aún así, se juega de forma “relajada” y sencilla. Es un claro ejemplo de “fácil de entender, difícil de dominar”, y es un vicio.
Mucho contenido y bonito visualmente
La cantidad de contenido es muy alta. El título llevaba un tiempo en acceso anticipado y con la salida de la versión 1.0 se ha expandido mucho más. De hecho, y para dejarte tranquilo, acabar con el Shogun no significa que se termine el juego. Aparecen otros retos y si buscas el 100% necesitarás decenas de horas, además de que es rejugable. Para pasártelo por primera vez depende de tu habilidad y algo de tu suerte.
Digo algo porque el propio planteamiento del videojuego tiene un poco de azar, porque nunca sabes qué cartas pueden salir, está claro. Pero más allá de eso, creo que el título está muy equilibrado y es bastante justo con el jugador. Tiene dificultad, claro está, pero en todo momento sientes que lo que sucede es lógico. Además, la progresión es buena y siempre que juegas se obtienen recompensas.
Gráficamente me parece una preciosidad, con un pixel art genialmente implementado. Las animaciones tienen mucho detalle y los elementos en pantalla son agradables. Los fondos acompañan y ambientan el conflicto. Es simple visualmente, pero con esa sencillez se consigue crear una atmósfera que le va como anillo al dedo. Por supuesto, me ha funcionado de lujo en PC (STEAM).
Conclusiones
Shogun Showdown es un roguelike con mecánicas de construcción de mazos fantástico. La jugabilidad es sencilla, pero muy divertida, y requiere de precisión, paciencia y estrategia. Es un vicio. Juégalo, porque te va a atrapar.
Por último, dar las gracias a JF Games PR por cedernos una copia de Shogun Showdown.
