Satisfactory – Análisis

La versión 1.0 de Satisfactory ya está aquí. Uno de los videojuegos de supervivencia y automatización más exitosos de los últimos años se lanza en versión completa, así que ha sido el momento idóneo para probarlo. Ya te adelanto que entiendo su completo éxito, aunque incluso en el paraíso hay cosillas a mejorar. Te cuento todo en el análisis de Satisfactory en su lanzamiento oficial en PC.

Minecraft y Factorio han tenido un hijo llamado Satisfactory

Es difícil no conocer hoy en día Satisfactory, pero si aún no sabes de qué va, el resumen más fácil es decirte que es el hijo que tendrían Minecraft y Factorio si estos dos títulos se reprodujeran. Es un videojuego de supervivencia espacial, crafteo, construcción y, sobre todo, automatización. Y sí, es un videojuego enorme, ambicioso y abrumador, pero también uno increíblemente bueno.

En Satisfactory la historia es sencilla: te lanzan en un planeta alienígena y tu objetivo es producir materiales cada vez más complejos y, en última instancia, y tras decenas y decenas de horas, escapar del planeta. Aquí no importa nada de eso realmente, porque has venido a construir enormes fábricas que generan energía, recolectan recursos y crean materiales mientras te vuelves loco pensando en cómo optimizarlo todo.

Es increíble ver cómo empiezas picando hierro a mano y, unas horas después, hay un montón de cintas que transportan el mineral, que ya se está extrayendo sólo, y lo llevan a otra construcción a seguir su transformación. Hay mucha satisfacción en el juego, el nombre le viene como anillo al dedo. Su ritmo jugable te atrapa desde el segundo uno, sobre todo si juegas con amigos. Estoy jugando online con mi hermana y es una gozada.

Es cierto que Satisfactory es un título complejo, que te invita a pensar y a experimentar, porque tras el corto tutorial, te deja a tu aire y ahí la cosa se vuelve complicada por momentos. Pero precisamente encuentro un gran valor en esa dificultad, porque el sentimiento de descubrimiento está presente de forma constante, como estaba en Minecraft la primera vez que todos jugamos. Y eso, sinceramente, mola mucho.

De todas formas, es evidente que es un videojuego que puede saturar a más de uno. Creo, sinceramente, que el valor de Coffee Stain Studios radica en haber hecho muy divertido el juego y su experimentación, porque la automatización en sí asusta y puede hacerse cuesta arriba. Sólo puedo decirte que sí, que es algo difícil, pero que con paciencia, todo se resuelve.

De hecho, es normal que al principio las cadenas de producción sean un desastre y todo sea un horror visualmente, pero poco a poco irás ordenando mejor las cosas (o no). Lo hagas o no, lo que desde luego es impactante es ver la progresión tecnológica: empiezas con lo más básico y llegas a fabricar drones, trenes y otros transportes que llevan los materiales de un lado para otro.

Explorando lo desconocido

Incluso existe tecnología alienígena que te permite teletransportar cosas, algo que, por suerte, verás relativamente pronto en tu avance, sin tener que esperar al endgame para ver cosas alucinantes. Por cierto, parte de esa sorpresa está en los mapas: puedes elegir varios para empezar tu aventura, pero son siempre los mismos, ya que están creados a mano y no hay semillas. Sinceramente, lo prefiero.

Sólo puedo hablarte del mapa básico, porque demasiado que he echado un buen puñado de horas en él, pero te aseguro que es rico, variado y muy interesante de explorar. Al principio es difícil lanzarse a la aventura, pero conforme consigas nuevos objetos, como un jetpack, y nuevas armas, te animarás a buscar nuevos recursos y nuevas zonas, antes inaccesibles, para mejorar tu trabajo.

Eso sí, no todo es color de rosa en ese sentido, ya que el juego flojea bastante en el combate (de hecho, hay pocas criaturas). Parece que está por cumplir un check en una lista de cosas que tendría que tener el juego, y aporta más bien poco. Es curioso porque The Planet Crafter, que salió hace un tiempo, hace mucho mejor esto y no te obliga a luchar contra bestias, ya que genera peligros de otro modo.

Personalmente, más allá de que no me haya gustado, es que me ha molestado. No estoy en Satisfactory para combatir, porque la fortaleza del título no está ahí. A veces, al buscar un recurso, es un auténtico follón que te ataquen las bestias. Te rompen un poco el ritmo de juego. Quizá si fuera un apartado mejor resuelto encajaría más, pero tal y como está es tedioso y poco atractivo.

Pero más allá de eso, es realmente gratificante sentir que todo lo que haces te sirve para avanzar, aunque sea un poco. Nada de lo que haces es en vano y, además, Satisfactory sabe cómo introducirte poco a poco más y más cosas, haciéndote ver que lo que te espera puede ser impresionante. Y lo es, que es lo mejor; no decepciona con el paso de las horas, aunque sí que hay un problema que verás cuanto más juegues.

Ambicioso hasta para tu ordenador

Satisfactory es un juego enorme, de eso no hay duda, tanto en recursos, herramientas, construcciones, como en la libertad creativa que te deja para crear tus automatizaciones. Pero el videojuego es víctima de esa locura, ya que puedes sufrir problemas de rendimiento en tu PC cuando avances muchas horas y tu mundo esté lleno de máquinas funcionando.

Es especialmente evidente en compatibles de menor potencia, pero en todos pueden aparecer los problemas. Dicho esto, las primeras horas pueden ser disfrutadas por cualquiera. Yo estoy jugando en una RTX 4080 y mi hermana en una GTX 1650. De momento hemos aguantado decentemente bien, aunque algún susto hemos tenido y ya he visto por ahí que puede ser común, sobre todo si tu CPU flojea.

Evidentemente, yo juego a 4K y 60 FPS en Ultra, y ella a 30 FPS a 720p en medios, pero al menos podemos jugar. También lo hemos probado en Steam Deck y, de primeras, funciona bastante bien. Tengo dudas también de cómo será la experiencia con muchas horas a las espaldas, pero bueno, funciona perfectamente, siempre y cuando puedas jugarlo…

Y digo eso porque hay un detalle importante que afecta, especialmente, a Steam Deck: no se puede jugar con mando, sólo con teclado y ratón. Por tanto, no puedes usar tus controladores de Xbox, PS5 u otros, ni tampoco la propia máquina portátil de Valve. O utilizas teclado y ratón, o no hay forma de jugar a Satisfactory. El juego quiere salir en consolas, o sea que… Debería solucionarse, pero a saber cuándo.

En cuanto a la versión de PC en mi equipo, tengo que decirte que el videojuego se ve espectacular. Es precioso, tiene unos gráficos geniales, la distancia de dibujado es increíble, las animaciones de las máquinas no paran de sorprenderme y todo lo que se refiere al apartado visual es una maravilla. El sonido cumple y está bien, pero sorprende menos, desde luego.

Conclusiones

Satisfactory es un videojuego de supervivencia y automatización increíble, que te dará para decenas y decenas de horas de diversión. La libertad creativa a la hora de crear las fábricas es maravillosa y el juego es enorme en cuanto a contenido. Aún así, puede mejorar el combate y es un título complejo, que puede echar para atrás a más de uno. Dicho eso, te atrapará sin piedad. Ah, y es mejor en cooperativo.

Por último, dar las gracias a Swipe Right por cedernos una copia de Satisfactory.