Uno de los videojuegos más exitosos de AppLab da el salto a la tienda principal de Meta: Rogue Ascent VR ya está disponible en Meta Quest 2 y no va a dejar indiferente a nadie. Este juego es un shooter roguelike en primera persona que se maneja con nuestras manos. Tu dedo índice se convierte en el cañón de una pistola o de una ametralladora para ascender por diferentes pisos. ¿Merece la pena? Te lo cuento en el análisis de Rogue Ascent VR.
Una experiencia diferente
No voy a mentirte: los shooters no son santo de mi devoción y también me satura el enorme número de juegos del género que tenemos en realidad virtual. Además, el creciente número de roguelikes en VR tampoco me ilusiona mucho, ya que son videojuegos que necesitan de muchas horas y suelen ser algo exigentes para desarrollar su potencial, algo que, en mi opinión, es más complicado de soportar con un casco en la cabeza.
Así que, a priori, Rogue Ascent VR no era para mí, pero tengo que decirte que me he divertido muchísimo con él y creo que se ha ganado el derecho a ser considerado como un título especial, porque sin duda es una experiencia diferente. Este videojuego, que puede recordarte a un híbrido entre Finger Gun y Space Pirate Trainer, es un shooter roguelike que se beneficia del seguimiento de manos de Meta Quest 2 para cambiar por completo los controles y, en consecuencia, la jugabilidad.
En Rogue Ascent VR, nuestras manos nos permiten sentirnos como un soldado espacial, con un control muy accesible basado en sencillos gestos. Nuestras extremidades superiores se convierten de repente en el mejor mando posible. Principalmente, claro está, para disparar: si colocas tus dedos formando una pistola (índice apuntando hacia adelante, con el pulgar en perpendicular y el resto de la mano cerrada), tu personaje saca el arma que lleves equipada. Y dispara.
Sí, dispara, porque en este videojuego desarrollado por el estudio indie Nooner Bear Studio LLC y editado por Clique Games LLC, solo tenemos que apuntar a la dirección en la que están nuestros objetivos y las armas disparan solas. No es necesario ser precisos, hay una parte heredada de los juegos inactivos que, al contrario de lo que puedas pensar, me parece un acierto tremendo.
Lo considero así porque Rogue Ascent VR quiere ser una experiencia accesible y directa, pero a la vez es muy inmersiva, y requiere que te gires sobre ti mismo constantemente (algo de espacio necesitas para jugar). Este cóctel podría convertirse en un brebaje horrible si no se hubiera apostado por ese disparo automático. Le sienta bien y me ha convencido totalmente. Y sí, no sé bien por qué, pero justo esa mecánica me recuerda a los juegos inactivos, de los que soy tremendamente fan.
Cada arma tiene características diversas y por supuesto su uso varía. La parte positiva es que podemos equipar un arma por mano, así que si eres hábil puedes disparar con una y seguir con la otra mientras recargas la primera. Entrar en ese flujo de juego es muy entretenido, teniendo en cuenta además que tenemos la opción de protegernos y devolver ataques con un gran escudo. Cuando te acostumbras a todo y entiendes el concepto, estás totalmente entregado a la causa y el tiempo vuela. Mola.
Aún así, en realidad de juego inactivo tiene poco, es más una sensación mía, porque somos nosotros los que apuntamos a los enemigos a golpear, tenemos que recargar nuestras armas con un movimiento más propio de películas del oeste y debemos desplazarnos por el mapa de la forma correcta para fortalecernos lo suficiente. Ah, no lo he dicho, pero te mueves e interactúas con elementos del escenario apuntando con la palma de la mano abierta. Ten en cuenta que las salas están “divididas en casillas” y te mueves de una a otra con el movimiento guiado por nuestra mano.
Ascender para mejorar
El funcionamiento del juego es simple: tenemos que sobrevivir la mayor cantidad de tiempo posible, mientras ascendemos por los pisos de una estación espacial llena de aliens y robots. En cada uno de los pisos hay diferentes peligros y también secretos que nos hacen desarrollar nuestro personaje. Durante cada run podemos mejorar nuestras habilidades (por ejemplo, velocidad de disparo o recarga, más vida, o poderes más interesantes) para aguantar más, pero además existe un nivel global para el personaje que nos dará mejoras permanentes.
Las mejoras, además de marcar diferencias en cada partida, nos permiten adaptar el personaje a nuestro estilo de juego. De esta forma, la variedad en la jugabilidad también es mayor. Además, cuando se desbloquea el ranking online es mucho más interesante tratar de sobrevivir, porque siempre es más atractivo ser el mejor entre otros jugadores humanos. Además de las ascensiones de “la historia” (muy escasa, si es que podemos considerar que la tiene, y sin gran interés) hay otros modos de juego con algunas reglas específicas que dan aún más opciones de juego.
Explorar los mapas se recompensa con estas mejoras, que sin duda son necesarias para aguantar mucho tiempo, pero lo cierto es que el verdadero reto lo encontramos en los jefes finales de cada área. Los enemigos básicos no me han dado demasiados problemas, porque tampoco estamos ante una IA que vaya a dominar el mundo, pero los bosses son mucho más complejos. Sus patrones de ataque están más elaborados, son más letales y aguantan mucho. Son lo mejor del videojuego.
Ayuda también a la diversión que los escenarios se generan de forma aleatoria en cada partida e incluso el equipo de desarrollo pretende seguir mejorando esta parte. Aún así, y al final es algo intrínseco de este tipo de juegos, la repetitividad está ahí como un factor que puede ser muy evidente para algunos jugadores. El género se basa en esto, así que tampoco lo podemos señalar como algo malo.
Tengo que decir, eso sí, que se puede jugar con mando a Rogue Ascent VR, pero no lo recomiendo igual. Creo que está tan pensado para usar el seguimiento de manos que no me ha gustado mucho el manejo con los controladores. Además, en mi opinión pierde mucha gracia si pasas del seguimiento de manos. De hecho, sin esta funcionalidad, no lo recomendaría. Lo recomiendo precisamente porque, sin ser un grandísimo videojuego, su jugabilidad me ha entretenido una barbaridad.
Gráficamente el juego cumple, con unos gráficos que todo el rato me hacían pensar en Far Cry: Blood Dragon por su estilo artístico. Son simples y cuadrados, pero le sientan bien y el juego funciona perfectamente en líneas generales. De hecho, el seguimiento de manos está muy bien implementado y no he tenido problemas mientras jugaba, algo que se agradece una barbaridad. Por cierto, el juego está en español en la versión que yo he jugado, aunque en la tienda solo pone que está en inglés.
Conclusiones
Rogue Ascent VR es un curioso videojuego, que demuestra el enorme potencial que esconde el seguimiento de manos. La experiencia de jugar sin manos, como ya nos han demostrado otros títulos como Unplugged: Air Guitar o Toy Monsters, es muy especial y fomenta aún más la inmersión. Reside ahí la gran virtud de este shooter roguelike. Es único en su propuesta y es capaz de divertir mucho.
