Devolver Digital nos trae otra joyita indie. Pepper Grinder, un videojuego de plataformas desarrollado fundamentalmente por una persona (Ahr Ech), ya está disponible en Steam y Nintendo Switch. Tras haberlo superado en PC, te cuento si merece la pena este juego en este análisis, que parece muy adorable, pero tiene su punto desafiante.
Excavando sin parar
Como suele pasar en la mayoría de los juegos de plataformas, la historia de Pepper Grinder no es lo más importante y actúa como una excusa para todo lo demás. Pero, bueno, para que te sitúes, Pepper es la protagonista y Grinder es un taladro que nuestra querida amiga maneja con mucha soltura. Esto le permite excavar y desplazarse por lugares insospechados.
Al principio del título, unos malhechores le roban un tesoro, por lo que el viaje que hacemos junto a Pepper es de venganza y redención: hay que recuperar lo robado. Para ello, es necesario superar diferentes fases que te llevan por parajes de lo más diversos: playas paradisíacas que en realidad no lo son, montañas nevadas en las que solo te espera la muerte y volcanes que… bueno, un volcán ya es peligroso de por sí.
Para desplazarte por el mapa debes usar a Grinder. Básicamente, Pepper puede atravesar ciertos terrenos “blandos” excavando. Para que lo entiendas, diría que esto es una versión muy vitaminada de las habilidades de excavación de Mole en Mail Mole o de Lucky en New Super Lucky’s Tale. Esto hace que, aunque estemos ante un juego de plataformas en 2D de avance lateral, el control sea bastante diferente a lo habitual. Y, la verdad, funciona muy bien.
Pero ojo, porque sencillo no es. De hecho, a veces caerás en algún que otro fallo, no porque el control sea malo, sino porque tiene su dificultad controlar un taladro superpotente. No es algo que hagas todos los días. Además, hay movimientos adicionales, como un impulso al salir de la tierra y otros secretos que, sinceramente, no quiero destriparte (¡no veas el manual digital tampoco si quieres descubrirlo por tu cuenta!).
Además de que el desplazamiento sea único e interesante a nivel jugable, una de las cosas que más me ha gustado es que el videojuego te sorprende constantemente con nuevas mecánicas que le dan mayor profundidad al plataformeo. También aparecen objetos exclusivos en ciertos niveles que sólo puedes usar en esas pantallas y que cambian la experiencia por completo, como una moto de nieve.
Esta frescura constante en los niveles principales y en los secretos también se mantiene en las batallas contra los jefes, algo que encontrarás al final de cada uno de los mundos. Estas peleas son muy duras y te costará unos minutos detectar los patrones de comportamiento, así como identificar cómo puedes hacerles daño. He leído que son injustas. No lo creo, pero sí que son complicadas.
Muy buen diseño de niveles
El diseño de niveles es bastante bueno y también aplica esa sorpresa constante de la que hace gala el juego, con nuevas formas de desplazarse, enemigos distintos y situaciones que, sinceramente, no esperas vivir cuando empiezas el juego. En cada pantalla hay varios puntos de checkpoint, por lo que si mueres, continúas desde ahí, reseteando algunas acciones que has realizado antes de fallecer.
Las fases tienen una duración más que aceptable para el género, aunque todo depende de lo que quieras pararte a completar cada fase al 100% para desbloquear las monedas calavera que te dan acceso a las pantallas secretas y a obtener cosméticos para Pepper. Te recomiendo que lo hagas, porque aumenta mucho la diversión y el aliciente jugable, y es muy curioso cómo se han escondido algunas.
Además, el juego es corto, su gran pero. Completar todas las fases al 100% me ha llevado unas 5 horas. Eso sí, si quieres más, puedes completar la colección de pegatinas de elementos del juego, algo bastante frustrante, porque obtienes cada una de ellas en un máquina de gachapon. El concepto me gusta, pero cuando te faltan un par de pegatinas para completar una serie y no sale ni de broma, no mola, porque el dinero no es infinito.
La otra opción más factible para alargar el juego es lanzarse al modo Contrarreloj. Una vez que te pasas un nivel desbloqueas este modo, que te invita a superar las fases lo más rápido posible, sin importar nada más. Me parece correcto que se haya introducido esta posibilidad y, sin duda, es un videojuego que te pone a prueba, porque sin mucha concentración y precisión es imposible hacer un tiempo decente.
Arte precioso
He jugado en PC y el rendimiento ha sido correcto a 4K y 60 FPS, aunque en algunos niveles en concreto el juego parecía no poder mantener los 60 FPS de forma firme y bajaba a 56-57, algo extraño. No ha sido habitual ni nada que me haya afectado mucho, pero tengo una RTX 4080. Gráficamente es chulísimo, tremendamente colorido y con un pixelart que me ha encantado, gracias sobre todo a un arte muy bueno.
La música y los efectos de sonido son geniales y ambientan mucho mejor lo que pasa en pantalla, poniendo énfasis en algunos momentos en los que la acción lo pide, como en las batallas contra jefes. Es realmente una gozada y un aspecto muy cuidado para ser un juego pequeño. Pepper Grinder está traducido al español íntegramente, pero no hay muchos textos en el juego.
Conclusiones
Pepper Grinder es un plataformas muy divertido, sorprendente durante todo su desarrollo y con bastante personalidad. Los niveles están bien trabajados y esconden muchos secretos. Además, las peleas contra jefes son un desafío. Su gran pero es que es corto, pero te lo recomiendo totalmente.
Por último, dar las gracias a Cosmocover por cedernos una copia de Pepper Grinder.
