MOTHERGUNSHIP: FORGE ya está disponible en Meta Quest 2 y, tras unas cuantas horas aniquilando enemigos, ya os puedo contar lo que me ha parecido. Sí, es un shooter por oleadas; sí, es una versión algo menor si lo comparamos con el Mothergunship que salió en 2018 en PC; y sí, tiene elementos roguelike. Que nada de eso te eche para atrás, porque aunque hay mucho de esto en VR, este juego merece tu atención.
Crea tu arma para matar con estilo
No es que el relato sea demasiado relevante en MOTHERGUNSHIP: FORGE, pero por situaros el contexto: las naves Mothergunship están asolando el universo y nuestro objetivo es infiltrarnos en cada una de ellas, mientras matamos a los enemigos, acabamos con los jefes y destruimos el núcleo. Suena fácil, pero no lo es. ¿Cuál es la parte positiva? Que podrás desarrollar tu creatividad para crear las armas más locas jamás vistas.
El juego funciona como un roguelike, por lo que cada vez que empiezas una nueva misión, todo comienza desde cero. Eso sí, conforme vamos consiguiendo ciertos tesoros en nuestras expediciones, obtenemos mejoras y recompensas que modifican las partidas, ya sea a nuestro favor o en contra. Los modificadores son muchísimos y muy diversos. De hecho, empezamos con el modo Normal y, al morir dos veces, desbloqueamos el modo Fácil, que nos puede venir mejor para ir haciéndonos al juego.
La clave de MOTHERGUNSHIP: FORGE está en que las armas no tienen una configuración predeterminada. Ovídate de tener una escopeta o una metralleta al uso. Nada de eso. El videojuego nos permite ir construyendo nuestras armas conforme avanza la partida, ya que obtenemos nuevas piezas que podemos encajar, como si de una figura de LEGO se tratara. Sí, puede existir un módulo que nos permita disparar láseres, pero quizá necesitemos otro para poder tener una sierra de disco para acabar con los enemigos cuerpo a cuerpo, por poner un ejemplo.
Hay módulos que solo sirven para que podamos encajar otras partes que iremos encontrando, y en esto tenemos que ser un poco estratégicos. Si un módulo mejora nuestros escudos, da igual donde lo pongas, pero si encuentras una pieza que dispare, lo lógico es ponerla mirando hacia delante, ¿verdad? Pues uno tiende a pensar que sí, pero lo cierto es que puede interesarte lanzar proyectiles hacia arriba. ¡Nunca se sabe!
Que vayamos creando las armas en cada partida, y que se desbloqueen nuevas mejoras y nuevos módulos, es lo que salva al juego de caer en la repetición absoluta. Es divertido experimentar con los módulos y dejarnos llevar por la libertad creativa que nos permite el videojuego. MOTHERGUNSHIP: FORGE es muy bueno en esto y hace que jugar sea tremendamente entretenido, ya que su parte bullet-hell es lo que le da toda la vida, a pesar de que no todo es tan bueno.
No todo es color de rosa
La principal diferencia con el título de PC es que el movimiento aquí está tremendamente limitado. En las naves vamos superando oleadas de enemigos en diferentes salas, pero en ellas podemos movernos únicamente en una zona pequeña y tremendamente limitada. El juego basa su jugabilidad en esquivar y disparar desde una zona que podemos considerar prácticamente fija. Creo que esta decisión, que evidentemente está tomada por las limitaciones de la VR, hace que la experiencia sea un poco descafeinada.
El otro gran problema es que se echan en falta más jefes, que son los que dan mayor variedad a las fases. Los enemigos normales son muy repetitivos y tienen unos patrones de comportamiento pobres, que no varían prácticamente nada. Está claro que todo esto se complica cuando hacemos expediciones con mayor dificultad (obtendremos mejores recompensas), pero el factor sorpresa se termina rápido. Aún así, es cierto que hay que tener cierta cabeza en cómo enfrentarnos a ellos para salir victoriosos, porque algunos son más rápidos y letales que otros.
Tampoco me ha gustado que el juego no siempre te avisa bien de lo que pasa fuera de tu rango de visión. Creo que con un mejor trabajo de sonido se podría haber solucionado este problema. A veces se marca, con un icono amarillo, que se nos acerca un peligro por uno de los lados, pero no es algo que funcione siempre bien y el juego puede ser muy agobiante en ciertas fases con muchos enemigos, así que se puede hacer algo frustrante el no tener una buena información del entorno.
Pero sin duda lo peor es que solo hay tres bloques de fases y hace que el contenido, en cuanto a niveles, se perciba como algo escaso. Sí os digo que completar todo es complicado y hacerlo con todos los retos propuestos está al alcance de los mejores jugadores, pero cuando llevas varias horas el interés decae enormemente porque falta cierta variedad en el conjunto. Dicho esto, tampoco lo veáis como algo muy negativo: para un juego de realidad virtual está muy bien, pero al ser un roguelike es cierto que hace falta algo más para mantener al jugador durante decenas de horas.
A nivel gráfico, el videojuego rinde muy bien y las peleas contra los jefes son espectaculares. Terrible Posture Games ha hecho un trabajo fantástico a nivel gráfico y no he tenido ningún bug durante mis horas de juego. El título funciona perfectamente en Meta Quest 2 y lo vais a disfrutar mucho en ese aspecto.
Conclusiones
MOTHERGUNSHIP: FORGE combina muy bien los shooters por oleadas, el bullet-hell y los elementos roguelike. El juego es una experiencia sólida, divertida y muy diversa gracias a la absoluta locura que supone montar las armas en cada partida. El desarrollo roguelike es adecuado, pero el juego tiene algunos elementos que empañan un poco el conjunto. Aún así, considero que es uno de los mejores exponentes de este tipo de juegos en Meta Quest 2. Os entretendrá.
Por último, dar las gracias a Terrible Posture Games, Inc. por cedernos una copia de MOTHERGUNSHIP: FORGE.