Una de las quejas más repetidas en VR es que faltan videojuegos en tercera persona. Estoy de acuerdo con esta afirmación, pero por suerte esa carencia se mitiga un poco desde ya mismo gracias a Max Mustard, el nuevo juego de plataformas de realidad virtual de los creadores del conocido Richie’s Plank Experience. He jugado ya a este fantástico título y te cuento lo que me ha parecido en este análisis.
Max Mustard, tu nueva personaje favorita
Seamos sinceros: necesitamos de una vez por todas un nuevo juego de Astro Bot en VR. El simpático personaje de PlayStation nos maravilló a todos cuando se lanzó al mercado Astro Bot Rescue Mission para PS VR. Aunque este querido robot volvió con la salida de PS5 en un juego en plano, la mayoría de los amantes de la realidad virtual estamos esperando con ganas más videojuegos de plataformas así de buenos.
Mientras esperamos a que a Sony le apetezca hacer algo más que remasters, hay un nuevo título que bebe de aquel Rescue Mission para ofrecernos uno de los mejores juegos de los últimos años en realidad virtual. Max Mustard es un videojuego de plataformas en tercera persona y con elementos en primera persona desarrollado por Toast Interactive, los creadores de Richie’s Plank Experience.
En esta ocasión, el estudio ha apostado por una experiencia completa y muy trabajada que, sinceramente, sorprende mucho por su elevada calidad. Max Mustard saldrá el 21 de marzo para Meta Quest 2, 3 y Pro, aunque más adelante llegará a plataformas como SteamVR. He podido disfrutar ya de sus 40 niveles y te aseguro que este es uno de esos títulos que no pueden faltar en tu biblioteca.
En el videojuego controlas a Max Mustard, una inventora que vive en el planeta Krunch y que se ganará tu corazón rápido. Un día, un empresario malvado comienza a secuestrar a unas lindas criaturas para venderlas por un alto precio. Este hecho no pasa desapercibido para Max, que decide rescatar a esos adorables monstruitos. En su camino, descubrirá algunos secretos sobre la identidad de su enemigo.
La historia, como suele pasar en los plataformas, no es lo más importante ni lo más interesante del título. De hecho, se desarrollará a través de una serie de documentos que desbloqueas al superar los niveles. Sirve como acompañamiento y como excusa para todo lo demás, lo verdaderamente divertido, que está en superar todos y cada uno de los niveles propuestos, que son variados y muy entretenidos.
El ayudante de Max
Para controlar a Max Mustard se utilizan los botones de los mandos: puedes correr, saltar, mantenerte en el aire unos segundos gracias a un sistema de propulsión que tiene Max en sus zapatos y golpear enemigos. Estos son los movimientos básicos, aunque durante tu aventura podrás llevar a otro nivel estos poderes comprando mejoras en la tienda con las monedas que obtengas en cada fase.
En cada nivel deberás avanzar “hacia delante” sorteando diferentes obstáculos que están por todo el escenario en 360º. Digo lo de “hacia delante” porque siempre te diriges a esa dirección, como en los Crash Bandicoot clásicos (de hecho, algunas cosillas te recordarán a esa saga), por poner un ejemplo que cualquiera entenderá. Cuando avanzas con Max, la cámara se mueve automáticamente hacia delante siguiendo su camino.
Aunque la vista no se puede modificar en un principio, rápidamente podrás comprar una mejora en la tienda para moverte en todas direcciones y ver mejor el escenario para ayudar a Max con todas las garantías. Así que, sí, como has deducido, no sólo puedes comprar elementos que hacen de Mustard una chica más fuerte, sino que también obtendrás algunas ventajas para ti.
Y sí, digo para ti, porque aunque estamos en un plataformas en tercera persona, este juego tiene elementos de primera persona. Por tanto, participas en la acción de forma directa de vez en cuando. De hecho, el jugador es, realmente, el ayudante de Max Mustard. Las acciones que realizarás serán variadas, desde disparar a unas dianas hasta utilizar una especie de soplador para mover unos mecanismos. Hay más sorpresas que no quiero chafarte.
Esa conjunción de tercera y primera persona, que ya hemos visto en juegos como Moss, hace de la experiencia una mucho más rica. Desde luego, marca la diferencia con, por ejemplo, Lucky’s Tale, otro clásico de las plataformas en VR. Además, el videojuego tiene algo muy bueno y difícil de conseguir: todo el tiempo te sorprende con nuevas mecánicas o secretos, algo que se agradece mucho.
Y, es que, cada uno de los 40 niveles está diseñado y trabajado por separado, con momentos y enfoques únicos. No hay sensación de repetición en ningún momento y la diversión es constante, con nuevos retos para Max en cuanto al plataformeo, bloques diferentes, enemigos diversos… Cada nivel tiene mimo y se nota. Además, los poderes que utilizas en primera persona sólo aparecen a veces, no se abusa de la mecánica.
A este cóctel perfecto se le suman las fases contra los jefes, también diferentes y únicas. Quizá podrían haber sido un poco más espectaculares, no lo niego, pero funcionan muy bien y son accesibles. En general, la dificultad del juego no es alta si estás acostumbrado a este tipo de títulos, pero va aumentando conforme pasas fases. Aún así, es un juego para todos los públicos y muy divertido.
En cada nivel, de forma general (hay excepciones, ya lo verás), puedes rescatar a tres de esas lindas criaturas. Además, puedes obtener monedas para comprar mejoras. También hay un reto oculto de tiempo en el que debes conseguir unas letras en unos segundos, algo que te da mucho dinero. Así que, aunque todo esto está genial, sí me ha faltado algún coleccionable más que esté oculto y sea más difícil de conseguir.
Salvo un par de cosillas que podrían haber sido un poco mejores (lo que te comentaba de los jefes y esto de los coleccionables), el videojuego es una gozada y uno de los títulos de plataformas que más me han divertido últimamente, tanto en VR como en plano. Todo está muy cuidado y es entretenido, además de que el título tiene mucha personalidad, algo que no siempre es fácil conseguir.
Artísticamente es una chulada
Además, la experiencia se redondea gracias a un apartado artístico y gráfico fantásticos. He jugado en Meta Quest 2 y el videojuego se ve de escándalo. ¡En Meta Quest 3 tiene que ser increíble! Gráficos coloridos, detallados, con buenas animaciones en Max y los enemigos, con escenarios llenos de elementos. Además, los mapas son muy diversos e, insisto de nuevo en esto, no sientes que sea repetitivo en ninguna de las 5 horitas que dura.
Aún así, el estudio quiere aumentar la resolución en futuras actualizaciones, o sea que van a cuidar muy bien el producto (aunque se ve muy bien ya, de verdad). Por mi parte, ojalá podamos ver un DLC con más contenido o una nueva entrega en el futuro. Max Mustard debe quedarse con nosotros y tú debes acogerla en tu biblioteca. Por cierto, el videojuego está traducido al castellano.
Conclusiones
Max Mustard es uno de los mejores videojuegos de realidad virtual que hay en el mercado y uno de los mejores plataformas en tercera persona de los últimos años. Bebe de algunos juegos que han triunfado en el género, pero aporta mucha frescura y personalidad. Sus 40 niveles son una gozada y los elementos de juego en primera persona enriquecen la experiencia.
Por último, dar las gracias a Toast Interactive por cedernos una copia de Max Mustard.