La Isla de la Armadura, la primera parte del pase de expansión de Pokémon Espada y Escudo, ya está disponible en Nintendo Switch. Esta ampliación de Galar nos lleva a una isla al este de la región e introduce interesantes novedades que los fans agradecerán. El problema de este primer DLC es que, a nivel global, deja mucho que desear y el sabor de boca es agridulce. Lo mejor en sí es el mapeado, una especie de gran área silvestre, con muchos recovecos para explorar. La sensación con la Isla de la Armadura es la misma que con el juego base: está bien, es un paso adelante y creemos que abre nuevos caminos para el futuro de la saga, pero no termina de ser un producto redondo. Subid al taxi volador y viajemos con nuestro equipo Pokémon a la Isla de la Armadura.
El relato de la Isla de la Armadura es flojo
El DLC está disponible en el juego desde el primer momento en el que el jugador llega al área silvestre. No hace falta pasarse el título para acceder al contenido. Desde la estación de tren de Pueblo Par viajamos hasta la Isla. Y esto, de entrada, crea un conflicto un poco extraño. Nosotros teníamos Pokémon Espada más que superado y en la Isla de la Armadura no nos conocía nadie, cuando es una zona más de Galar. Somos el Campeón y se supone que famosos en la región, pero allí éramos uno más. Queda raro a nivel historia. Quizá podrían haber hecho líneas de diálogo diferentes según tu avance en el juego base.
Nada más llegar nos encontramos con uno de los nuevos personajes, que varían según nuestra versión del juego. El resto sí serán los mismos. Tras un combate, en el que comprobamos (y luego confirmamos viendo diferentes informaciones) que no hay nivel escalable de los entrenadores (se afirmó que el nivel de los Pokémon de los NPCs se adaptarían al nivel de nuestro equipo, pero no es así), podemos explorar libremente la isla. Aunque tendremos un objetivo marcado, la libertad de movimiento será plena desde el primer instante.
La historia de la Isla de la Armadura tiene relación con el dojo que hay en la isla y el Pokémon singular Kubfu. Sin embargo, el relato es flojo, corto y lo olvidaremos rápido. Lo que más nos ha gustado es ver cómo hay elementos que nos enseñan la vida y el ecosistema Pokémon. Por ejemplo, en cierto punto, tenemos que obtener unos néctares de ciertas criaturas y observar cómo se comportan nos ha gustado. Game Freak debería explotar mucho más el poder de tener tantos Pokémon diversos y mostrar cómo interaccionan con el mundo que les rodea.
El mapeado, lo mejor de la Isla de la Armadura
Después comentaremos las novedades menores del DLC, que muchas de ellas nos han encantado. Pero, si tenemos algo que destacar de la Isla de la Armadura, es su mapa. Pokémon Espada y Escudo es un híbrido entre la linealidad absoluta de la saga Pokémon y el mundo abierto. La introducción del área silvestre fue un soplo de aire fresco. Poder explorar libremente un espacio tan grande y ver a los Pokémon andar libres nos entusiasmó a todos. Aún así, teníamos la sensación de que aún había mucho margen de mejora. Y el DLC lo confirma.
La Isla de la Armadura es bastante grande, mucho más de lo que esperábamos, y es sencillo perderse. Hay muchos recovecos, rincones, montes, ríos… La exploración por fin tiene sentido y, de hecho, Game Freak la incentiva: no solo tendremos que encontrar nuevos objetos o DTs, sino que tendremos que rescatar 150 Digletts de Alola. El mapa es el ejemplo perfecto de lo que Pokémon debe plantear para el futuro. Xenoblade Chronicles es, quizá, el ejemplo a seguir para la saga: espacios inmensos abiertos con muchas criaturas campando a sus anchas y con mucho por descubrir. No importaría que entre esas zonas hubiera zonas de carga como en los juegos de Monolith Soft. En la isla, eso sí, no hay ningún tipo de carga, más allá de entrar en los edificios. Es de lo mejor de todo el juego, de verdad lo decimos.
El juego base y las novedades que Game Freak introdujo fueron un paso adelante en una saga muy conservadora. Aún así, nos quedamos con la miel en los labios. El DLC sí es un paso de gigante en un concepto de mundo más abierto y amplio. Ojalá en el futuro no tengamos la sensación de que falta algo.
Lo mejor viene en frascos pequeños
Además del mapeado, lo más destacable del DLC son las pequeñas novedades en diferentes aspectos. En primer lugar, nuestro primer Pokémon nos seguirá en la isla alcanzado cierto punto. Es algo que los fans pedían a gritos y nunca comprendimos por qué no estaba en el juego base. Es maravilloso ver a nuestros amigos seguirnos, algunos con soltura y otros con mucha menos.
En segundo lugar, ahora podremos Gigamaxizar a cualquier Pokémon que tenga la posibilidad. Ya no hará falta capturar a las formas Gigamax en incursiones gracias a la maxisopa. En tercer lugar, nos ha gustado el Cramobot. Esta máquina de reciclaje, que tiene la forma de un Cramorant, nos permitirá crear poké balls raras. Un nuevo objeto introducido es el bonguri, que podremos obtener zarandeando los árboles y que nos permitirá elaborar las balls.
Por supuesto, otro de los añadidos más importantes es la vuelta de unos 100 Pokémon antiguos. Además, el DLC incluye a Slowbro de Galar, a Kubfu, Urshifu y Zarude. Este último no se puede conseguir de momento de forma legal y habrá que esperar a ver cómo se distribuye a nivel mundial. También hay varias formas Gigamax nuevas. Hemos de decir que nos esperábamos algún Pokémon nuevo más y alguna forma de Galar sin revelar. Nos ha sorprendido para mal esto. Obviamente el número total de nuevos Pokémon iba a ser muy bajito, pero creíamos que dejarían alguna sorpresa. No ha sido así.
Conclusión
La Isla de la Armadura es un añadido mayor del esperado, con un mapa genial e interesantes novedades menores, pero con un relato pobre. Tendremos que esperar a la salida de las Nieves de la Corona en octubre, la segunda parte del pase de expansión, para juzgarlo de forma íntegra. Si disfrutasteis Pokémon Espada y Escudo y seguís jugando eventualmente, el DLC os va a gustar y entretener, porque hay varias horas de contenido por delante si queréis completarlo. La historia, la nueva Pokédex de la isla y otros retos secundarios nos llevarán tiempo. Desde luego, si el juego base no os cautivó, no os recomendamos acercaros a la expansión. Aún así, en líneas globales, es un añadido corto y que deja que desear.
Hola, quería preguntar algo, sin especificar mucho, ¿está nueva isla contiene una ciudad grande cómo las que tenemos disponible en el juego base?
¿Podemos controlar la cámara en todo momento, y habrá lugares cómo las ciudades donde no podremos controlarla?
Muchas Gracias.
Un análisis genial.
Un Saludo
Hola Davinchero, gracias por leernos y por tu comentario. No, no existe una ciudad en la isla. Es un espacio enorme abierto, con tres edificaciones que tienen mucha importancia en la historia. Y sí, funciona como el área silvestre, por lo que el movimiento de la cámara es totalmente libre.
Saludos.
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