Son días raros. Estamos viviendo en España y en el resto del mundo un momento que pasará a la historia. Son días de preocupación. No queremos que el dichoso coronavirus continúe su expansión y pueda afectar seriamente a cualquiera de nosotros o a nuestros seres queridos. No sabemos qué pasará en las próximas semanas, pero mientras tanto solo queda quedarnos en casa, obedecer a las autoridades y confiar en nuestro sistema sanitario. Para pasar esta cuarentena todos estamos intentando matar el tiempo de la mejor forma posible. Como no podía ser de otra manera, los videojuegos son el pasatiempo elegido por muchos y están pasando algunas cosas muy interesantes de las que quería hablar.
Récords y ventas digitales
Y es que el primer ejemplo claro que confirma lo que he dicho es que Steam volvió a superar su récord de jugadores simultáneos en todo el mundo. No es casualidad. No solo somos los españoles los que nos encontramos confinados en nuestro hogar. Por culpa del SARS-CoV-2, la plataforma de Valve registró el otro día la friolera de casi 20 millones de personas jugando a la vez. A eso, sumadle todos los que estarían viciando en otras plataformas… Ni me imagino las cifras si pudiéramos contarlas a todas.
Otro buen ejemplo es que hemos visto como hay un repunte de las ventas de juegos digitales. Muchas tiendas online de claves hasta están poniendo ofertas (que os aseguro que son muy buenas) para hacer accesibles más juegos. De hecho, Animal Crossing New Horizons, que sale a la venta el próximo viernes 20 de marzo, está siendo el más vendido en plataformas digitales. La mezcla de miedo por no poder recibir el juego en físico, la solidaridad con los repartidores y el ansia por jugarlo el día de salida tienen mucho que ver.
¿Y por qué pasa esto? Bueno, yo creo que los videojuegos, en general, pasan por un momento muy bueno en cuanto a la opinión pública se refiere. Es la industria cultural que más dinero genera en el mundo actualmente, e incluso el nuevo Gobierno de España ya señaló que apoyaría al sector. Los juegos nos ayudan a evadirnos, a distraernos, a fantasear con ser el pichichi de LaLiga o a creernos un mago invencible. Los videojuegos nos ayudan a dejar durante un rato la realidad, que en muchas ocasiones nos pone a prueba. Los videojuegos son arte. Y como hacen el cine o la música, nos ayudan, en cierta manera, a ser felices. Desde luego corren tiempos en los que necesitamos abstraernos durante un instante, respirar y seguir, y a mí, y sé que a muchos, me ayudan los videojuegos.
Además de todo eso, los juegos nos permiten estar en contacto con nuestros amigos y echar unas risas mientras seguimos pasando el tiempo, eso que últimamente parece un enemigo difícil de superar. Ya sea dibujando en Pinturillo, construyendo en Minecraft o manqueando en el LoL, jugar online nos hace estar acompañados en cierta manera.
Solidaridad en la comunidad
Pero no solo hemos asistido a un repunte del número de personas jugando a videojuegos o de las compras digitales. Mucha gente que trabaja o está relacionada directamente con el sector ha aportado su granito de arena a hacer más llevadera esta situación. Por ejemplo, hay multitud de hombres y mujeres que han regalado claves de videojuegos para que otros puedan distraerse gratis, sin preocuparse por si podrán o no adquirir un juego. Otros, incluso, han liberado directamente su título durante un tiempo para que el mundo pueda disfrutarlos.
Y, además, los streamers están haciendo una labor que, para mí, está cobrando muchísima importancia: entretener. Obviamente la mayoría de ellos lo hacen como en cualquier otra jornada, porque es su trabajo, pero hay cierto sentimiento de que en estos días lo hacen más que nunca por todos. Es más, la importancia de los directos de personalidades dentro del mundillo del videojuego, como puede ser Ibai, que está juntando incluso a futbolistas profesionales para amenizar sus streams (y ya se vienen otros, como por ejemplo los que prepara DJMariio), es tremenda, pues están consiguiendo poner una sonrisa en muchas caras (y también están dando contenido a más de un medio por el impacto de los directos, todo sea dicho…).
Estoy llorando no puedo con esto pic.twitter.com/RvPn8tH0ek
— Ibai (@IbaiLlanos) March 15, 2020
Los esports sacan pecho
Y eso último deriva en la importancia de los esports como evento deportivo que siguen miles de personas. Por ejemplo, hoy domingo 15 de marzo hemos tenido un par de ejemplos claros en el mundo del simracing (el apartado competitivo de los juegos o simuladores de conducción). A primera hora de la tarde teníamos «The Race All-Star Esports Battle», una competición que une a pilotos reales con los mejores simracers en el simulador rFactor 2. Después, a media tarde, hemos tenido el #NotTheAusGP, una carrera en F1 2019 con pilotos reales (incluso algunos de la Fórmula 1 de verdad, como Lando Norris, que ha streameado en Twitch además), simracers y algún invitado especial. Esta prueba ha «sustituido» al Gran Premio de Australia de F1 que tendría que haberse celebrado hoy, pero que no lo ha hecho por culpa del maldito «bicho».
Estos dos eventos que pongo de ejemplo han sido retransmitidos con comentaristas y vistos por miles de espectadores, algo que pone en valor, una vez más, a los esports. Cuando el mundo del deporte «real» está absolutamente parado, los videojuegos no entienden de contagios y están ahí para cubrir huecos y, una vez más, para entretener.
El coronavirus no es el jefe final, aún queda mucho juego por delante
Quería terminar con un mensaje de optimismo: saldremos de esta, juntos y más fuertes. Los videojuegos, como otras formas de entretenimiento, estarán aquí con nosotros para hacernos más llevadero el peso de la historia. Actuando con civismo y confiando en todas aquellas personas que siguen trabajando para que el mundo siga adelante nos pasaremos este mid-boss, porque aun queda mucho juego por delante. Juego, luego existo.