Isle of Swaps – Análisis

Sinceramente, creo que Isle of Swaps ha hecho algo fantástico: aprovecha la fiebre por las cartas TCG de Pokémon y plantea un roguelike con ese tipo de jugabilidad, pero aportando ideas nuevas. Es un indie humilde, pero tiene buenas ideas y, la verdad, he disfrutado bastante de hacer este análisis.

Una jugabilidad que trata de ser diferente

Isle of Swaps es un roguelike de construcción de mazos. Lo curioso es que las cartas que usas están protagonizadas por una serie de monstruos, que tienen tipos, habilidades y otras características únicas. Además, hay naipes de ataque, energía y otras utilidades. ¿El objetivo? Hacer la mejor baraja posible para vencer a tu contrincante en una partida 1 vs 1, que también tiene su mazo listo para la batalla.

¿Te suena? Sí, es un rollo Magic o TCG de Pokémon, pero con sus propias criaturas y con una jugabilidad diferente. Fuzz Force ha sido inteligente al coger la fiebre que existe actualmente por el juego de cartas coleccionables de Pokémon y llevar esa fórmula a un videojuego de PC (STEAM) accesible y para cualquier persona. Además, y eso no es fácil, el diseño de las criaturas me gusta bastante.

Las diferencias jugables son claras. En el campo puedes posicionar tres criaturas como mucho (y también tu rival) y el objetivo, en este caso, es acabar con todas las que tenga el oponente. No hay puntos o cartas de premio. Los monstruos se ponen de una forma concreta: una delante y otra dos detrás. Eso afecta a los ataques y al uso de ciertas habilidades, así que hay que ser estratégico.

Hay tipos y cada criatura tiene el suyo propio (o dos a la vez), pero algo curioso es que cada carta tiene sus resistencias y debilidades únicas. Es decir, una tipo de agua no es necesariamente débil a una eléctrica. Me parece bastante interesante y le da mayor imprevisibilidad a cada partida. Además, siempre puedes ver qué movimientos hará tu rival, a lo Slay the Spire. Y sí, es para un jugador, no hay online ni partidas contra otros jugadores.

En tu turno puedes utilizar hasta tres cartas. Podrías atacar con todas ellas, pero es difícil que eso te suceda. La razón es sencilla: para la mayoría de habilidades que implican ataque necesitas tener energía puesta en el campo. Y ojo, aquí hay algo curioso: las energías son para todo tu equipo, no se asignan realmente por criatura. Si tienes las requeridas en cada ataque, puedes golpear.

Por cierto, para personalizar aún más tu mazo debes usar las pegatinas. Estos objetos sirven, básicamente, para conseguir mejoras pasivas que tienen un fuerte impacto en tu build. Es otro giro curioso a la fórmula y demuestra que no es, en absoluto, un copia-pega de los juegos de cartas coleccionables que más triunfan. Isle of Swaps propone algo distinto.

El resultado es un juego muy dinámico, pero a la vez bastante estratégico, porque cada criatura es única y tiene una serie de habilidades especiales que requieren de toda tu atención para salir victorioso. Me ha gustado bastante y estoy sorprendido por lo bien que funciona, sobre todo porque se nota en otros elementos que es un título tremendamente humilde, así que aplaudo que su núcleo sea robusto.

Completar el álbum de cartas engancha a cualquiera

Isle of Swaps te atrapa desde el primer momento porque aquí también abres sobres que compras con dinero obtenido en tus batallas y tratas de completar un álbum con todas las cartas. También hay mecánicas de intercambio con NPCs. Este detalle es una pasada y si eres coleccionista de cromos o cartas te va a encantar solo por eso. Eso sí, conseguir todas las cartas es un trabajazo enorme.

El videojuego ofrece dos modos de juego: uno en el que se apuesta totalmente por un concepto roguelike, en el que vas superando batallas y “eliges tu camino” hasta llegar al final; y otro en el que, con tu baraja creada gracias al otro modo, afrontas desafíos de varios rivales. Tiene muchos retos, por lo que es un título que te dará para horas y horas de diversión.

Donde se nota más lo humilde es en, por ejemplo, el diseño de los personajes que hay en este mundo. Tu muñeco y los NPCs, vaya. Son muy básicos, la verdad. Tampoco me ha parecido muy acertada la interfaz de usuario a nivel visual, no de distribución. Dicho esto, las criaturas y las cartas son bastante chulas, con un estilo artístico simpático y que sí funciona muy bien.

He jugado en PC y el videojuego va perfectamente, no he tenido ningún tipo de problema. Está totalmente traducido al español en sus textos y, sinceramente, no he visto ningún problema, así que también se agradece el esfuerzo por lanzarlo en varios idiomas, algo que no es nada sencillo en un proyecto de este tipo. Estas cosas hay que valorarlas y destacarlas.

Conclusiones

Isle of Swaps ha sido una pequeña sorpresa. Si te gusta coleccionar cartas y el TCG de Pokémon o Magic te vuelven loco, deberías darle una oportunidad. Es divertido y aporta elementos diferenciadores a la jugabilidad en batalla. Es un roguelike amable y que te atrapará, porque abrir sobres y completar el álbum engancha a cualquiera.

Por último, dar las gracias a Fuzz Force por cedernos una copia de Isle of Swaps.