No sabía cómo enfocar el artículo sobre Nazar, así que he decidido hacer una pequeña reflexión sobre el mismo. Este videojuego FMV es único y es perfecto para todos aquellos jugadores que quieran probar algo diferente y experimental, pero es complicado recomendarlo. Falla en su núcleo, en lo más básico, y me ha dejado un sabor de boca muy agridulce.
Para que me entiendas, lo primero es definir qué es un juego FMV, por si nunca has visto uno antes. FMV son las siglas “Full Motion Video” en inglés, que podemos traducir por “vídeo de movimiento completo”. Básicamente, en estos juegos se muestran vídeos pregrabados y no se utilizan entornos 2D o 3D, ni sprites, ni modelos 3D, aunque sí se usan algunos efectos y se introducen elementos interactivos.
Son el máximo exponente de una película interactiva y no son muy comunes. Precisamente por eso me interesé por Nazar, un título desarrollado por Eray Dinc Studio y Recontact Games. Los estudios han tratado también de unir a esta experiencia el género de las plataformas. El concepto es curioso e interesante, pero la ejecución general me ha dejado bastante decepcionado.
El videojuego profundiza en las tradiciones turcas y mezcla el misticismo más arcaico con la ciencia ficción actual. Con Capadocia como escenario de fondo, el juego reflexiona sobre la física cuántica y su aplicación en el mundo real, con un protagonista que juega a su antojo con la vida y la muerte, aprovechando algunas de las teorías más extremas de esta rama de la física, como el Gato de Schrödinger.
El personaje principal tiene (y adquiere) diferentes poderes mágicos que le permiten adentrarse en la mente humana para obtener información relevante o para otras tareas. De fondo hay un misterio extraño entre varias facciones y el juego te invita a descubrir qué está sucediendo y cuál es el papel de Nazar. En general, la trama es muy confusa y no consigue construir un hilo lógico que se pueda seguir fácilmente.
Pero no es este su mayor problema. El gran inconveniente que he visto, más allá de la narrativa difusa, es que la producción de los vídeos deja mucho que desear. La interpretación de los actores es, bueno… correcta, dentro de lo que cabe, pero las escenas de acción o de movimiento más intenso están rodadas de una forma bastante pobre y es algo que saca de la inmersión.
Tampoco acompañan los efectos visuales, que parecen puestos con CapCut sin ton ni son. En ese sentido, el juego adolece de una buena dirección y, sinceramente, parece que el presupuesto ha sido muy bajo. Hacer un título así no es nada sencillo y en este caso me da la sensación de que han faltado medios. Por cierto, las voces están en inglés, y los textos en español… traducidos con IA, con sus diversos errores.
Jugar a Nazar ha sido curioso, porque es algo único. Como te decía al principio, no es un juego que recomendaría, porque tiene muchos problemas y jugablemente es caótico a más no poder (ni funciona muy allá…), pero si por lo que sea eres alguien que le gusta probar videojuegos experimentales, puede que pases un rato entretenido, pero ten en cuenta todo lo que he dicho. El que avisa no es traidor.
Por último, dar las gracias a Superindie Games por cedernos una copia de Nazar.