The Waylanders, el nuevo RPG de corte clásico de Gato Studio (estudio gallego), llegó a Steam en acceso anticipado el 16 de junio. El juego, fuertemente inspirado por Dragon Age: Origins, pretende seguir la estela de este tipo de títulos exitosos. Pero, la realidad es que dista una barbaridad de ellos y presenta una experiencia llena de errores y a la que le falta mucho trabajo por delante. La jugabilidad es confusa y el manejo está mal pensado, llegando a provocar frustración en el usuario.
The Waylanders: leyendas celtas y mitología
La historia de The Waylanders nos introduce en un mundo fantástico, basado en las leyendas celtas. También se ve salpicado por diversa mitología europea y nos lleva a una Galicia mágica y alternativa. La realidad es que uno de los puntos fuertes del título es la personalidad del universo creado, así como las diferentes razas que lo componen. Todos los amantes de este tipo de ficción disfrutarán ese apartado.
No queremos profundizar demasiado en la historia, porque por supuesto tampoco sabemos cómo continuará, pero las personas a cargo de ella tienen buen currículum. El título promete ramificaciones y finales diversos según nuestras decisiones. Eso lo veremos en el futuro.
Gráficamente, aunque tiene un estilo artístico animado, el juego es bonito de ver y, tras algunas actualizaciones, funciona bien. En los últimos días hemos podido jugar a 1080p y 60 fps en una 1070ti sin problema. Eso sí, deja mucho que desear en cuando a animaciones. Es más, tiene muchísimos fallos en las cinemáticas, con labios que no se mueven (y voces que no se oyen) o armas que no aparecen. Ver como uno de nuestros compañeros se lanza contra un enemigo con una espada invisible no es algo muy agradable. Falta trabajo de pulido.
Rol clásico
The Waylanders es un RPG clásico, con combate en tiempo real, e influenciado clarísimamente por Dragon Age: Origins. Aún así, como casi todos los juegos de este estilo, existe la posibilidad de parar el tiempo y elegir los siguientes movimientos. Aunque nuestra historia gira en torno al protagonista (revive de entre los muertos y, tranquilos, pasa tan temprano que no es spoiler), tendremos acompañantes. Nuestro equipo será muy amplio. Podremos cambiar de personaje en cualquier momento, pero solo manejaremos a uno. El resto los llevará la IA.
Al empezar la partida, encontramos un discreto editor que nos deja cambiar ligeramente nuestro aspecto. Lo mejor y más destacable es la variedad de clases entre las que podemos elegir: guerreros, magos, curanderos… Es uno de los puntos fuertes del título. Por cierto, cuando un personaje se une a nuestro equipo, seleccionamos su clase entre dos, por lo que la personalización del «ejército» será clave. Además, el juego nos permite elegir qué estadísticas subimos de nuestros personajes, por lo que podremos crear el soldado perfecto, según las necesidades.
El mundo por el que nos movemos es semiabierto, en el sentido de que tendremos a nuestra disposición grandes zonas para explorar. El juego no es un sandbox y posee tiempos ligeros de carga entre el mapeado. De hecho, en muchas ocasiones, sobre todo en las mazmorras, es bastante lineal. No lo decimos como algo negativo.
El gran problema de The Waylanders
La jugabilidad es un aspecto clave en estos juegos, además de la historia. En este caso, tenemos que decir que el principal problema de The Waylanders radica ahí. Lo hemos jugado principalmente con mando y es muy confuso, cuesta muchísimo entender el manejo. Aún no tenemos muy claro de hecho por qué falla en ciertas ocasiones. Por cierto, con teclado y ratón no parece ser mucho mejor por lo que hemos probado.
El mayor problema es que hay botones clave que se pisan unos a otros, además de que no es muy intuitivo. Por ejemplo, pulsamos LT y X para usar un ataque. El juego, en muchas ocasiones, se queda parado porque nos pide confirmación para realizar la habilidad. En otras ocasiones, no detecta correctamente el LT y pasa al modo de pausa (se activa con el X), lo que nos lleva a hacer acciones que no buscábamos. Es frustrante y lioso: LT y RT para abrir los objetos. ¿Por qué lo han hecho tan difícil? Menos mal que ahora existen tutoriales para entender un poco el juego, pero su complejidad radica en que no está bien calibrado el control. La experiencia de usuario es negativa.
Sí queremos destacar algo que nos ha parecido muy interesante: podemos unir a nuestros personajes en «formación» y atacar con ellos en conjunto. Le da algo de variedad a un gameplay muy plano y sin nada especial, pero de nuevo cuesta ponerlo en práctica porque el control es rarísimo.
Todo lo malo del acceso anticipado
Tomar la decisión de sacar un juego en early access tiene sus riesgos. El jugador, que ya está acostumbrado a estas prácticas, sabe a lo que se enfrenta. Pero, sinceramente, The Waylanders es un mal ejemplo de lo que es acceso anticipado. Lo que salga debería estar, aunque con algunos bugs, en una fase muy avanzada del desarrollo y ser estable. Para nada tenemos esa sensación. Como decimos, falta mucho trabajo de pulido.
Lo peor ya no es el hecho de que falten animaciones aquí y allá, retoques gráficos o mejoras en el apartado sonoro. Lo realmente preocupante es lo confuso que resulta jugar al título, que puede caer en el olvido si no se tienen en cuenta las quejas de los usuarios. En este momento en el que escribimos el análisis, las reseñas en Steam son «Variadas» y podemos entenderlo. No hay ningún apartado del juego que esté medianamente bien y cuesta una barbaridad disfrutarlo. Es cierto que el paso de los días ha sido clave y van saliendo actualizaciones. Hemos retrasado nuestro artículo porque los primeros días The Waylanders era literalmente injugable. Crasheaba todo el rato y decidimos esperar para hablar de él.
Este juego no está en acceso anticipado. Está en alfa y así lo reconocen ellos mismos cuando a las actualizaciones les llaman «alpha». Es un ejemplo de que salir en acceso anticipado es algo que hay que meditar mucho. En este punto deberían ser los mecenas de Kickstarter los que testearan el juego, porque no es precisamente barato. Está en desarrollo, hay actualizaciones casi a diario y seguro que mejorará radicalmente, pero tened en cuenta su estado.
Por cierto, el juego está en inglés. Gato Studio ya ha confirmado los idiomas que estarán disponibles en el futuro: gallego, español, alemán, ruso, chino y francés.
Conclusiones
The Waylanders se basa en los clásicos del género y tiene cierto potencial para ser un juego interesante, pero le falta mucho trabajo. El estado del juego es, en general, pobre, y hay que acercarse a él con paciencia y la mente abierta. La jugabilidad, elemento central de este tipo de títulos, es básica, con pocos alicientes, y encima es difícil de entender. El control necesita una revisión, que no una simplificación. Puede mantener la complejidad, pero no puede crear en el jugador incomodidad y frustración. Como decíamos, hay actualizaciones casi cada día y probablemente el juego mejore mucho, pero eso no lo podemos saber. Desde luego, con en el estado en el que se encuentra y con el precio que tiene, se nos hace muy difícil recomendaros su compra.