Los juegos de supervivencia llevan años gozando de una altísima popularidad. Sentirnos perdidos, indefensos y confusos es parte de la experiencia, que nos obliga a ir aprendiendo poco a poco del entorno que nos rodea para poder salir vivos de la aventura. Vivir estos juegos en pantalla plana es sinónimo de diversión, pero dar el salto a la realidad virtual da un matiz aún más interesante. Green Hell VR ya está disponible en Meta Quest 2 y, tras unas horas con el juego, os cuento mis impresiones con él.
Y sí, impresiones, porque quiero dejar claro que esto no es un análisis al uso. Quiero contaros lo que he sentido al meterme en estar en el Amazonas rodeado de maleza, animales y peligros diversos. Green Hell VR es un videojuego desarrollado por Incuvo y guarda relación con el Green Hell que podemos encontrar en Steam, pero no es exactamente el mismo título. La versión de Meta Quest 2 tiene recortes en el contenido, ya que las gafas de realidad virtual de Meta no pueden abarcar tanto.
Si disfrutasteis de Green Hell en PC en su día y queréis experimentar al 100% sus bondades en VR, tendréis que esperar unos meses más, ya que Green Hell VR llegará a PCVR próximamente, y esa versión sí será similar a la que está disponible en compatibles. Pero, ¿qué tal está la edición de Meta Quest 2? ¿Merece la pena a pesar de ser un juego con menos opciones? Tengo buenas noticias.
Sobrevivir en el Amazonas, tarea difícil
Green Hell VR en Meta Quest 2 nos ofrece dos formas de disfrutar del juego: modo historia o modo supervivencia (modo libre, vamos). A nivel narrativo, el relato es el mismo que su versión hermana de PC. Encarnamos a Jake Higgins, que se encuentra en el Amazonas con su mujer Mia. Ambos tienen la misión de entablar contacto con una peligrosa tribu a la que no le gustan demasiado los humanos. Los intentos anteriores no fueron bien… Y este tampoco.
Nada más empezar la historia, Mia se marcha a la aldea de esta tribu y algo sale mal. Su llamada desesperada por la radio nos indica que no está pasándolo bien precisamente. Nuestra misión es rescatarla, pero a partir de ahí empieza una aventura en la que, además de encontrarla, tendremos que sobrevivir a la dureza del Amazonas.
El juego es algo más corto y lineal que el de PC, pero es algo lógico teniendo en cuenta que Meta Quest 2 tiene muchas más limitaciones que un ordenador actual. Aún así, es sorprendente el rendimiento del juego, a pesar de algunos peros, aunque entraré en esto más tarde. A pesar de ser más reducido, la supervivencia sigue siendo salvaje. Tendremos peligros por todas partes, desde tigres que no dudarán en atacarnos, hasta otros humanos extraños con poco interés en ser nuestros amigos.
Recomiendo encarecidamente empezar por la historia cuando juguéis, porque así aprenderéis los conceptos básicos. De esta forma, podréis hacer una hoguera y cocinar, saber con qué plantas podéis curaros las heridas o cómo fabricar un hacha, entre otras muchas cosas. Todo esto, claro, en realidad virtual y con un buen nivel de interacción con el entorno. Y aquí, como no puede ser de otra forma, está la principal virtud del juego.
Palos, piedras y mucho movimiento
Green Hell nos obliga a hacerlo todo con nuestras manos, precisamente para lo que estamos aquí, ¿no? Por ejemplo, para hacer una hoguera, tenemos que cortar un árbol pequeño, coger su madera e ir poniendo las ramas de forma correcta. Aunque, ojo, puede que tengamos que cortar aún más algunas de las ramas. Para construir, tenemos que seleccionar la ubicación de cada objeto e ir completando los elementos necesarios.
Tranquilos, porque en nuestro cuaderno vamos anotando información interesante para saber qué materiales necesitamos para las construcciones o qué plantas nos pueden ahorrar una vomitona por intoxicación alimentaria, por citar dos utilidades. Este utensilio será clave para seguir nuestros objetivos y para tener una pequeña ayuda, aunque no es la única, ya que también tenemos un reloj digital en el que vigilar nuestras constantes vitales y obtener otra información adicional sobre nuestro estado.
La inmersión en la acción es muy alta y realmente llegas a sentir que estás en el Amazonas. El ruido de las serpientes de cascabel, la lluvia, la incomodidad por pasar hambre, sufrir picaduras y explorar son algunas de las experiencias que viviréis. Aún así, se echa en falta que las plantas reaccionen a tu paso o que haya aún más interacción con algunos elementos que encontramos. Lo que menos me ha gustado es que las físicas al lanzar algunas cosas funcionan algo regular, algo que sí te saca en ciertos momentos de la acción. Creo que tiene aspectos mejorables, pero es una experiencia única dentro del catálogo actual de Meta Quest 2.
Y es única porque talar, fabricar armas, construir estructuras y bases, usar la lanza o disparar flechas, curarnos heridas o nadar son acciones que adquieren otra dimensión en realidad virtual. Realmente podéis dejaros llevar por la ambientación. Más allá de esto, encontramos una interacción típica con nuestro equipamiento, con varios lugares para guardar armas, mochila en la espalda y otros elementos que estarán al alcance de nuestra mano.
El juego es exigente y la selva peligrosa, pero también es bueno señalar que el título piensa en todos los jugadores. Hay varios modos de dificultad y el videojuego puede convertirse en un simple paseo o en una experiencia tremendamente compleja. Es un juego accesible y que se adapta a los deseos de cada uno de los usuarios.
Si decidís apostar por alguno de los modos en los que podéis sufrir daño (cosa recomendable por otra parte, porque si no pierde sentido el juego), preparaos para sufrir y para morir en muchas ocasiones. De hecho, Green Hell VR hay que tomarlo con cierta calma, porque puede llegar a frustrar si no entendéis que es un título que busca una supervivencia bastante pura. Es por esto, todo sea dicho, que me parece un videojuego muy enfocado a grandes amantes del género.
Green Hell VR muestra un rendimiento sorprendente para Meta Quest 2
Para acabar, es necesario hablar del apartado gráfico y técnico de Green Hell VR en Meta Quest 2. El título es el primero que utiliza la tecnología Spacewarp (AppSW) de Meta, que permite a los desarrolladores introducir más potencia gráfica, ya que las aplicaciones que lo usan se renderizan realmente a la mitad de la frecuencia de actualización de la pantalla (si usáis 90 FPS, el juego lo hará a 45 FPS, pero vosotros seguiréis viéndolo a 90).
Esto ha permitido que Green Hell VR se vea realmente bien para ser Meta Quest 2 y, sin duda, estamos ante uno de los juegos con mejores gráficos de las gafas autónomas de Meta. Aún así, hay popping y algunos errores gráficos que se pueden ver de forma evidente, pero creo que hay que aplaudir el trabajo que se ha realizado con el título. Sí tengo que deciros que he notado que consume más batería que la mayoría de juegos y que la primera vez que lo inicié tardó mucho en cargar, aunque no me ha vuelto a pasar (también es cierto que hubo una actualización y eso quizá arregló ese problema). Un referente técnico para Meta Quest 2 y que nos da esperanzas de ver grandes juegos en el futuro.
