Siendo muy fan de los videojuegos de supervivencia, reconozco que este género atraviesa un momento algo complicado. Lo cierto y verdad es que, desde hace años, está siendo difícil encontrar propuestas que aporten algo y se diferencien del resto de títulos, con alguna excepción muy sonada, como Palworld. Por eso, como tengo ese sentimiento, jugar a Aloft ha sido ciertamente refrescante.
Aloft es el nuevo videojuego de Astrolabe Interactive Inc. (editado por Funcom) y ya está disponible en acceso anticipado en Steam. Es un juego de supervivencia que plantea algo distinto: olvídate de un escenario “en tierra”, porque su mundo está compuesto por islas flotantes, con un punto central, como si cada isla fuera un planeta en un sistema que gira alrededor de una estrella.
Es más, cuando avanzas un poco, consigues tu propia isla, que puedes controlar como si de un barco se tratara (con su timón y velas, sí…). Es tu hogar, pero a la vez es tu vehículo. Es curioso. Pero, más allá de esta particularidad, lo que hace refrescante esta experiencia es el loop jugable. Para mejorar y conseguir nuevos recursos y recetas, debes viajar a otras islas y explorarlas.
Una vez en ellas, puedes encontrar de todo: plantas, materiales, cofres escondidos, puntos de conocimiento (que te proporcionan recompensas relevantes, como nuevas recetas), puzles e, incluso, una infección que asola algunos de estos lugares. Si te encuentras con este último caso, deberás liberar el trozo de tierra volante matando enemigos y “curando” a la zona de dicha enfermedad, ya que tiene una vertiente ecologista.
Esa “curación” no termina cuando aniquilas las plantas que contienen la infección, sino que debes, por así decirlo, restaurar el ecosistema (por ejemplo, debes salvar a los animales afectados y, si quieres, llevarlos a tu isla para utilizarlos en tu beneficio). Por tanto, cada una de esas islas que ves en el mapa y flotan a tu alrededor esconden un secreto y descubrirlo es parte de la gracia del juego.
Un juego que te hace sentir libre
Aloft tiene claro que su diversión se basa en la libertad. No sólo te desplazarás con tu isla, no. Unas de las herramientas clave del juego (más allá de las típicas, como el hacha para conseguir madera o el pico para obtener minerales) es el ala delta, un objeto que te permite volar sin limitación alguna. Esto da una fluidez enorme y permite explorar de forma muy rápida, ya que puedes ver una zona desde el aire y bajar si te interesa.
Jugando a Aloft he pensado en dos juegos, además de en otros de supervivencia: Moonstone Island, por aquello del descubrimiento y el viaje entre islas; y Laya’s Horizon, un videojuego de Netflix, desconocido para muchísima gente, que se basa en volar de una forma parecida a la que lo haces en este título. Hay dos elementos centrales de esas obras que aquí también están y molan mucho.
Por supuesto, esa libertad también está presente en otros elementos. Por ejemplo, puedes construir a tu aire en tu isla, pudiendo hacer estructuras de todo tipo (el modo construcción me parece algo confuso, pero salen cosas chulas); puedes ir a tu ritmo y centrarte en lo que más te apetezca (el huerto siempre me quita mucho tiempo); y, por supuesto, puedes ir a donde quieras (depende de las mejoras de tu barco).
De hecho, algo que me ha parecido muy interesante es la forma en la que debes descubrir nuevas recetas. Más allá de que a veces encuentres alguna, el juego te invita a que experimentes: ¿qué pasa si unes dos piedras y madera? Y, ahora que tengo cuerdas, ¿qué puedo hacer? Es una sensación entretenida y, como suele ser generoso con los materiales, no hay riesgo en probar cosas distintas.
Entonces, esa mezcla de toques de acción, acertijos, exploración y absoluta tranquilidad (si lo deseas) funciona sorprendentemente bien. Las primeras horas pasaron volando, especialmente al jugar con amigos. Aún así, es un acceso anticipado y no todo es de color de rosa, claro. De todas formas, creo que la base es interesante y puede cautivar a ciertos jugadores que busquen algo más chill.
En el núcleo, Aloft es un juego de supervivencia más: consigue nuevos recursos, mejora tu base y herramientas, y busca mejores cosas. Pero, al menos, trata de aportar algo diferente con su mundo y el enfoque. Por eso refresca. No va a revolucionar el género, pero dentro del estancamiento que percibo, aquí se pretende hacer algo un poco distinto, aunque ya veremos cómo evoluciona en el futuro.
No olvides que es un acceso anticipado
Al haberse lanzado ahora en acceso anticipado, el juego está lejos de estar completo y ser perfecto (por cierto, hay hoja de ruta ya publicada). Por un lado, tengo dudas del contenido: da la sensación de que, al menos de momento, se ralentiza el avance de una forma algo artificial para que no agotes sus posibilidades muy pronto. Por otro lado, he visto varias islas idénticas, exactamente iguales; eso quita gracia a la exploración y se siente poco natural.
Otra cuestión a tener en cuenta es el rendimiento y bugs. Es normal que haya problemas, pero me ha preocupado la optimización regulera que tiene. Tengo un PC con una Gigabyte RTX 4080 Gaming OC 16GB GDDR6X y un Intel Core i7-14700K, y en ciertas situaciones era imposible mantener 4K, 60 FPS y todos los gráficos al máximo, y eso que tampoco es un portento visual (aunque me gusta).
En una partida online, jugando con el jefe y señor de PCMGames, empezó a diluviar en el juego. Esto provocó que sufriéramos unas caídas enormes de FPS, hasta el punto de que decidimos dormir hasta que la lluvia pasase. En general funciona de forma decente, pero necesita pulido en este aspecto. No pasa nada, es un early access, lo entiendo, pero hay que contar lo que se ve.
Por cierto, hemos observado que también hay muchos problemas con la partida en Steam Cloud, especialmente si intentas jugar en Steam Deck y luego en PC. Hemos tenido que hacer malabares (a mano) para poder pasar la partida de un dispositivo a otro, así que esperamos que el estudio revise esta funcionalidad, porque no termina de funcionar como debería.
Por lo demás, está traducido al español ya, lo cual es un punto a favor, y permite hasta 8 jugadores en una partida. Desde luego, es mejor incluso con otro compañero de viaje, pero puedes jugar sólo. El online ha funcionado bien, la verdad. Ah, y también tiene modo creativo desde el principio, por si lo tuyo es construir sin límites. Me parece perfecto que esto esté disponible ya.
Conclusiones
Aloft quiere ser diferente y aportar algo a un género que está un poco estancado. Y, la verdad, creo que lo consigue: su planteamiento del mundo, con islas flotantes que se mueven, es distinto, y se siente una experiencia refrescante. Acaba de salir en acceso anticipado y eso hace que tenga sus peros, pero seguiré su evolución con mucho interés.
Por último, dar las gracias a Best Vision PR por cedernos una copia de Aloft.
