Guayota – Análisis

Acostumbrados a jugar a videojuegos que se basan en la mitología nórdica o el folclore japonés, siempre es bueno ver que hay estudios españoles que apuestan por nuestras tradiciones y nuestra cultura. Es probable que la saga Blasphemous sea el máximo exponente reciente, pero Guayota también apuesta por ello. Ya he jugado a este pequeño juego de puzles basado en la cultura Canaria y te cuento qué me parece en este análisis.

Las leyendas de Canarias en videojuego

Guayota es un videojuego de puzles y aventura inspirado por la mitología guanche, y las leyendas y la cultura de las Islas Canarias, especialmente de Tenerife. Este título, desarrollado por el estudio madrileño Team Delusion y editado por Dear Villagers, nos pone en la piel de un grupo de exploradores que, en 1506, han sido enviados por el Reino de España con el objetivo de encontrar la legendaria Isla de San Borondón.

Las leyendas hablan de cómo pueden encontrarse los viajeros con esta isla, algo que parece que consiguen nuestros queridos amigos. Sin saber muy bien cómo han acabado ahí, se disponen a investigarla: hay varios templos, inscripciones extrañas en las paredes y, en general, un extraño ambiente, ya que parece que el tiempo no pasa en ese lugar en el que se encuentran.

En Guayota controlas a uno de esos exploradores que, con antorcha en mano, se aventura al interior de los templos para descubrir los secretos de la isla y documentar lo que allí encuentre. En los primeros compases del juego, el protagonista tiene un mágico encuentro con una especie de espíritu amable que le acompaña y ayuda en la aventura. Todo es un misterio en ese lugar.

El objetivo es entrar en cada uno de los templos y resolver los acertijos que hay en cada una de las salas para obtener documentación e información. Al final de cada estancia hay un mural que relata visualmente algún acontecimiento relacionado con los dioses y la vida de esa isla. Desconozco la fidelidad de lo que el título narra, no voy a mentirte, pero sí me ha parecido muy interesante y educativo.

De hecho, el resto de NPCs del grupo tienen su propia historia y te acompañan en la travesía. Por ejemplo, Nicolás es el primer personaje que encuentras y tu principal aliado. Es un teólogo que estudió en la Universidad de Alcalá y él mismo cree que es el más indicado para realizar la investigación en esta expedición, ya que a la Isla de San Borondón se le conoce como el paraíso en la tierra.

En general, el uso de las leyendas, la introducción de la mitología y las constantes referencias a la historia de las Islas Canarias y de España me han encantado. A nivel narrativo es una obra interesante, que profundiza en cuestiones que, sean mito o realidad, son atractivas y merecen su espacio en la cultura. Insisto en usar la palabra “educativo” para referirme al título y espero que los canarios encuentren aquí una obra que les satisfaga y que respete su cultura.

Acertijos basados en la luz

Jugablemente no sorprende tanto, pero está bien ejecutado. No te cambiará la vida, pero vas a pasar unas horas entretenido y estrujándote el coco. Cada uno de los templos tiene una mecánica principal que debes dominar para poder superar los acertijos de las diferentes estancias. En uno tienes que activar y desactivar unos “muros mágicos” y en otro usar el fuego correctamente, pero no quiero dar más detalles.

Lo que sí que es fundamental en todo el título es el uso de la luz, que es la mecánica principal que da sentido a todas las demás. En las estancias hay puntos que necesitan ser iluminados (o incendiados) para abrir caminos que permanecen bloqueados. Para ello, y según la jugabilidad de cada templo, es necesario estudiar muy bien el entorno para poner puntos de luz permanentes que activen los mecanismos si nosotros estamos lejos.

Y es que, al llevar una antorcha, el protagonista es capaz de encender los mecanismos si está cerca, pero eso no es suficiente para poder tenerlos activos siempre. El juego apuesta por la dualidad de la luz y oscuridad que hemos visto en diferentes títulos, pero lo aplica de forma inteligente. Eso sí, el punto de aventura está en que Guayota te explica lo justo para que entiendas de qué van las mecánicas, pero te deja que seas tú el que descubras cómo se resuelve.

Eso está genial, pero hay varios puntos de frustración para mi gusto. Por ejemplo, la segunda sala del templo de fuego me costó muchísimo resolverla. No entendía qué me pedía el videojuego. Creo que le falta un poco de equilibrio entre dejar libertad al jugador y no ayudarle nada si se atasca. Para muchos puede hacerse duro, sinceramente, aunque parece algo intencionado.

Por cierto, en esta isla hay dos dimensiones que coexisten: el “mundo real” y el “plano de la locura”. Al principio me costó entender qué sucedía, pero luego ya lo pillé. Cuando entras a un puzle por primera vez, estás en el mundo real, pero si mueres (hay trampas muy fastidiosas y lo normal será que fallezcas bastante), la sala cambia y el acertijo también. Hay que resolverlo de diferente forma.

Es curiosa la mecánica, aunque creo que, de nuevo, el título tarda un poco en darte la pista de lo que pasa. Al principio me frustré porque quería reintentar el puzle, no tener que hacer uno “distinto” (los elementos están en el mismo sitio, pero la estancia cambia y, como te digo, se resuelve de forma diferente). Dicho esto, es algo que aporta rejugabilidad (si quieres el 100% debes completar todos los acertijos en ambas dimensiones).

El diseño de niveles es correcto, si bien no quiere decir que los acertijos sean fáciles. Creo que los más complejos tienen una dificultad media y, como poco, te tendrán unos minutillos dando alguna vuelta para entender, por ejemplo, cómo activar esos “muros mágicos” de forma óptima para que la luz fluya por la habitación y los mecanismos se enciendan. La ejecución es buena, aunque estoy convencido de que en un “Guayota 2” (u otro proyecto) podrán llevar el diseño un paso más allá.

El título está desarrollado en Unreal Engine, algo que se nota sobre todo en la iluminación. Es un juego sencillo visualmente y, sinceramente, no me ha gustado desde el punto de vista artístico. Al menos he podido jugar sin ningún tipo de error a 4K y 60 FPS (Gigabyte RTX 4080 Gaming OC 16GB GDDR6X y un Intel Core i7-14700K). Ah, y en Steam Deck va a 60 FPS en calidad media, totalmente jugable. Todos los textos están en castellano, como es lógico pensar.

Conclusiones

Guayota es un buen juego de puzles y aventura que, aunque no te cambiará la vida, te entretendrá durante unas horas. El videojuego brilla especialmente en su narrativa y en cómo refleja la mitología y cultura de las Islas Canarias. Eso sí, sería bueno que mejorara en algunas explicaciones.

Por último, dar las gracias a JF Games PR por cedernos una copia de Guayota.