Los city builders y juegos de estrategia son títulos muy queridos por la comunidad de PC, pero normalmente son experiencias complejas y que dejan fuera a novatos o jugadores casuals. Fabledom viene a cubrir este espectro, sin olvidarse de los más fanáticos del género. Tras varias horas dándole caña a la versión de lanzamiento, te cuento en este análisis qué tal está Fabledom.
El reino de tus sueños
En Fabledom, tu labor es levantar un reino desde cero. Al comenzar una partida, puedes seleccionar diferentes escenarios, más o menos grandes, y con más o menos diferencias geográficas, para iniciar tu asentamiento. Además de esa configuración, también existen cuatro dificultades distintas, para adaptar el reto a cualquier tipo de jugador, algo que agradezco y que el título tiene presente todo el tiempo.
Sinceramente, yo soy exactamente el público objetivo de este videojuego. Cuando salió Manor Lords en acceso anticipado decidí probarlo y recordé por qué juego poco al género: me cuesta mucho entender lo que pasa. Los juegos de estrategia y construcción de ciudades me parecen muy difíciles, y creo que es uno de los géneros con mayor curva de dificultad de aprendizaje. Esto me aleja, aunque me interesen.
Fabledom es un city builder amable, pensado para jugadores más casuals o menos expertos en el género. Eso no quiere decir que un fan hardcore no pueda disfrutar del juego, porque creo que encontrará una fórmula más relajada en esta obra y eso también es bueno de vez en cuando. Además, su planteamiento de microgestión de los ciudadanos permite hacer ciudades muy eficientes.
Hay que tener en cuenta que en el juego cada ciudadano cuenta de verdad. No sólo tendrás que cubrir sus necesidades básicas de vivienda, comida o agua, sino que deberás darles un trabajo acorde a sus capacidades y, a ser posible, cerca de su casa. En el título, los aldeanos son fablings y se dividen en tres grupos: campesinos, plebeyos y nobles. Al principio sólo vivirán en tu ciudad los del primer tipo.
Estos realizan las tareas más duras: cultivan verduras y trigo en granjas, pican piedra, recogen madera… Su labor es indispensable, pero no dejan de ser ciudadanos de tercera y los plebeyos no los querrán cerca cuando lleguen a tu asentamiento, así que mejor que planifiques tu ciudad desde el principio, porque incluso ciertas estructuras pueden incomodar a los vecinos.
La falta de entendimiento del género me ha llevado a construir una ciudad algo caótica, sobre todo porque no he sido capaz de visualizarla a largo plazo. Ten en cuenta que, como pasa en muchos juegos, al comienzo sólo tienes acceso a una zona de territorio. Para expandir la ciudad, tienes que adquirir las zonas adyacentes pagando importantes sumas de dinero. Hacerlo correctamente es fundamental.
Y lo es porque en Fabledom la recolección de recursos es muy importante: sitúa bien el campamento maderero, busca grandes rocas que te den mucha piedra, construye instalaciones que procesen otros recursos… Y eso es sólo lo básico. Hay un gran número de edificios que hacen multitud de tareas y que suelen depender de otros trabajos, así que encajar todas las piezas del puzle es muy divertido.
También es curioso que muchas construcciones deben realizarse con anexos para que funcionen. Una casa básica tiene que tener un trozo de patio; una granja debe tener campos de cultivo que ocupan muchos bloques (el mapa está dividido en la clásica cuadrícula); un edificio de plebeyos ocupa 3×3 porque se construye una especie de urbanización; un almacén necesita hueco para colocar cosas… Es chulo.
Gestionar una ciudad no es fácil
Aunque la construcción de la ciudad es muy interesante, hay otras cosas que creo que no funcionan tan bien. Por un lado, es un poco confuso entender cuántos recursos gastas cada mes. Hay una pequeña gráfica que te indica cómo evoluciona la recolección y el uso, pero no es nada clara. Sigo sin saber hoy en día cómo hacer un seguimiento real de la comida que gasta mi población.
Tampoco hay mucha explicación en construcciones como el Banco, por ejemplo. Esa construcción se supone que grava a los ciudadanos y te da un ingreso extra, pero el juego no te explica si eso se hace de forma automática (que quiero asumir que sí) o si tú puedes poner ordenanzas para recolectar más impuestos (no he visto nada por ninguna parte). Falta información clave en algunos aspectos, vaya.
Lo que me ha dejado muy indiferente es la parte militar. En el juego puedes crear un ejército y manejarlo, junto a tu héroe, como si de un RTS se tratara. Esto te lleva a afrontar pequeñas luchas por el mapa en eventos que pueden ir surgiendo, pero básicamente sirve para proteger tu ciudad de ataques, algo que también puedes fomentar con la construcción de murallas o armas.
Y esto es importante porque, por ejemplo, pueden aparecer trolls o dragones que fastidien tu día a día y si puedes luchar contra ellos, mejor que mejor (aunque también hay monstruos aliados). Como digo, me ha dejado un poco indiferente. No me parece que esté mal, pero tampoco emociona y no es lo que más me ha gustado hacer, sinceramente. Podría no tener nada de esto el juego y no pasaría nada.
Lo que sí es más interesante es la diplomacia, aunque sea una mecánica muy superficial y básica. Llegado un punto concreto, puedes mandar mensajeros a otros reinos que están cerca del tuyo en el mapamundi. De esa forma, puedes tener aliados o enemigos, e incluso romances. Esto te puede dar diferentes ventajas (o problemas). Es un sistema sencillo, pero está bien que esté en el juego.
Muy chulo artísticamente
Cuando Fabledom salió en acceso anticipado en 2023 se le criticó especialmente que le faltaba contenido. Creo que, a día de hoy, el juego está bien en ese sentido, sobre todo al tener en cuenta que es el primer videojuego de Grenaa Games y que el estudio está formado por dos personas. Aún así, es un título pequeño y casual. Pero, vaya, que para ver todas las estructuras necesitas fácilmente 15 horas de juego en una partida y eso no quiere decir que termine.
Gráficamente es muy chulo, funciona bien en PC, las animaciones son buenas, los modelados muy chulos y la variedad de estructuras están muy bien. A nivel artístico, el juego tiene un estilo cartoon y colorido que me ha encantado, y creo que le sienta como anillo al dedo. Tiene una especie de modo foto que ayuda a resaltar las bondades gráficas del videojuego y, desde luego, encaja con la propuesta más wholesome.
El videojuego tiene todos los textos en español, aunque las pocas voces que hay están en inglés. No es que sea algo muy importante el tema de los diálogos hablados en este caso, así que no te preocupes lo más mínimo por eso. Y, bueno, ten en cuenta que desde hoy, 13 de mayo, Fabledom deja atrás el early access y ya se lanza en su versión 1.0, lo que no quiere decir que no reciba actualizaciones en el futuro.
Conclusiones
Fabledom es un city builder encantador, dirigido a jugadores más casual del género y funciona muy bien si buscas iniciarte en él. Aún así, los expertos pueden encontrar una experiencia más relajada e igualmente satisfactoria. Aunque tiene algunos puntos mejorables, su enfoque de microgestión y la construcción de la ciudad te engancharán.
Por último, dar las gracias a JF Games PR por cedernos una copia de Fabledom.
