Los videojuegos de sigilo no están en su mejor momento y se echa de menos un gran título, pero Ereban: Shadow Legacy ha llegado para traer esperanza. Este juego español, desarrollado por Baby Robot Games, combina el género con las plataformas e introduce algunas mecánicas muy interesantes. Te cuento si merece la pena en este análisis.
El poder de las sombras
Ereban: Shadow Legacy es un juego de sigilo y plataformas en el que las sombras son tu mejor aliado. En esta obra controlas a Ayana, la última ereban, una raza olvidada de seres con curiosos poderes. La protagonista es capaz de fundirse con las sombras para avanzar sin ser vista, ni por máquinas, ni por humanos. Aunque, claro está, su poder tiene un límite: el tiempo de uso y la temida luz.
Esta mecánica te permite avanzar por los diferentes niveles infiltrándote sin ser vista, pero también escalar paredes en las que la sombra esté presente. Pero, ¿de qué tiene que protegerse Ayana? ¿Cuál es su objetivo? En Ereban: Shadow Legacy tienes que investigar más sobre su pasado, mientras descubres curiosos secretos y luchas contra una corporación malvada que buscará frenarte con sus temibles robots.
Los enemigos son variados y cuentan con diversas habilidades. Para no ser vista, debes acercarte a ellos por detrás y atacarles mientras están desprevenidos, pero debes llevar cuidado, porque dejarles tirados en el suelo puede alertar a otros (aunque cuando avanzas consigues habilidades para solucionar esto). Eso sí, tú decides si matas o les dejas aturdidos. El título medirá tu agresividad.
Los capítulos de los que consta el juego nos llevan por varios escenarios, que son bastante amplios y están llenos de recovecos en la mayoría de casos. El diseño de niveles es bueno y te invita a ser creativo: si un objeto crea una sombra en una pared, puedes aprovechar esa zona oscura para ocultarte y, quizá, llegar a un nuevo lugar. Es importante vigilar y analizar el entorno para encontrar rutas.
Además, los niveles te invitan a explorar. Ayana puede desarrollar habilidades y poderes durante la aventura, y para conseguir ciertas mejoras deberás encontrar algunos ítems especiales. Es muy fácil perderse muchos secretos en este sentido, así como documentos que aumentan el lore del universo, por lo que la duración del videojuego puede variar según cómo pases los niveles.
Y, lo digo en serio, cada jugador tendrá una duración diferente. Con 5-6 horas podrías superarlo, pero si quieres encontrarlo todo o, no sé, te apetece matar a todos los enemigos, invertirás más tiempo. Además, necesitarás alguna partida adicional si quieres completar todos los logros. Eso sí, creo que dura lo justo como para que no te canses, porque las “sombras” atacan al juego.
Luces y sombras, también en el videojuego
Para nosotros, las luces son lo positivo, y te he contado cuáles son: la infiltración y la mecánica principal, el diseño de niveles y la exploración, y creo que también el pequeño universo creado para el título. La historia es sencilla, porque evidentemente no hay mucho tiempo para una narrativa muy elaborada, pero a mí me ha interesado. Dicho esto, también hay sombras, lo no tan bueno.
La principal tiene que ver también con la jugabilidad. Sí, sé que esto puede ser algo extraño si te he dicho que la infiltración es buena, pero me explico. El problema es que la habilidad Fusión Sombría, la que permite a Ayana fusionarse con una sombra, ya está demasiado rota desde el principio. Los enemigos están muy atentos y la IA es dura, pero si eres un poco cuidadoso, puedes esquivarla fácilmente sin usar nada más.
El resto de habilidades que adquieres no tienen la suficiente importancia como para que su uso sea capital. Por supuesto, te ayudan y te facilitan el avance sin ser detectada, pero me ha faltado equilibrar mejor la jugabilidad en este sentido. Es difícil pensar en cómo se podría haber mejorado este apartado, pero sí empaña un poco la experiencia global porque no parece que se extraiga todo el potencial.
La otra pequeña sombra está en el uso de la cámara, que a veces no te facilita nada el desplazamiento, especialmente por las paredes. Esto causa diferentes problemas, como no calcular un salto bien o no llegar a tiempo a la salida de una ruta que has encontrado en las sombras, con las consiguientes consecuencias que eso puede acarrear. No es algo que arruine el juego, entiéndeme, pero es mejorable.
Lo indie
Que es un videojuego indie se nota en las animaciones y en los gráficos. Aún así, teniendo en cuenta el tipo de proyecto que es, ha quedado bastante bien en general y se pueden perdonar las carencias en este sentido. Es más, visualmente creo que tiene algunos momentos muy chulos, porque sabe embellecer la imagen con lo que hay. El único pero real que pongo es que he sufrido algunos tirones, y tengo una RTX 4080.
Todos los textos del juego están traducidos al español, con algunas frases muy graciosas adaptadas a nuestro país (“¿Cómo están los máquinas?” aparece), pero el doblaje sólo está en inglés. Sé de sobra el coste que supone el doblaje para un estudio indie, así que no lo pongo como un punto negativo, aunque está claro que todos desearíamos que un videojuego español tuviera nuestro idioma en las voces.
Conclusiones
Ereban: Shadow Legacy es un buen juego de sigilo y plataformas, que gustará a los fans de la infiltración y la ciencia ficción. El equilibrio de los poderes de infiltración es mejorable, pero la mecánica principal y el diseño de niveles brillan.
Por último, dar las gracias a JF Games PR por cedernos una copia de Ereban: Shadow Legacy.
