Digimon Survive ha dado mucho que hablar: unos lo alaban y otros lo hunden, así que es un poco complicado saber si el juego merece o no la pena. La realidad es que unos y otros tienen parte de razón: el videojuego es lo que HYDE y Bandai Namco prometieron, pero la realidad es que el resultado final no es brillante. ¿Es un mal título? Para nada, pero no es para todo el mundo. Te lo cuento en este análisis.
Tras mis primeras horas con Digimon Survive os conté que el juego no me estaba enamorando, pero que realmente era lo que HYDE y Bandai Namco habían dejado claro que sería. Ahora, tras haberme aventurado con mis Digimon ya puedo deciros lo que me ha parecido finalmente. El juego es una novela visual (en un 75% fácilmente) y un RPG táctico de coleccionismo de criaturas (en un 25%), como no podía ser de otra forma.
Al juego hay que acercarse con esto muy claro, porque muchos jugadores van a echar en falta más acción. El título es un mar de texto, se hace lento y tiene muchos minutos seguidos de darle a la A. Aunque tomar algunas decisiones rompe esa monotonía de pasar diálogo tras diálogo, el título hay que jugarlo con mucha calma y casi con la actitud de alguien que ve un anime, aunque las partes de combate nos piden más atención.
Después de haber jugado al título no sé si Digimon Survive es lo que realmente necesitaba la saga para volver a enganchar a los jugadores. Este videojuego es muy de nicho, porque ni siquiera todos los fans de Digimon se verán atrapados por la propuesta. Es un juego muy especial, distinto, con un estilo que no se lleva tanto por Occidente y que hay que entender para apreciarlo en su justa medida.
Una historia misteriosa
La historia de Digimon Survive gira en torno a un grupo de jóvenes que se pierden durante una excursión. El principal protagonista, Takuma, es el personaje que manejamos, aunque la realidad es que el juego se esfuerza por darle importancia prácticamente a todos los chavales que aparecen. Esto, de hecho, hace que el inicio sea tremendamente lento, porque el título parece que quiere dejarnos muy claro cómo es cada uno de los personajes, y lo hace de una forma algo pesada.
En dicha excursión, los adolescentes hablan de los Kemonogami, unos seres de la mitología que, en teoría, no existen. Al perderse, los chavales viajan, sin saberlo, a un mundo que se parece mucho al suyo, pero que presenta evidencias de que no lo es. Realmente es como una versión alternativa de la realidad. ¿Qué hacen allí? ¿Cómo pueden volver a casa?
Para liar más las cosas, empiezan a aparecer esos Kemonogami (Digimon). Algunos son hostiles, pero por supuesto Agumon y compañía están del lado de nuestros protagonistas y comienzan a luchar a su lado. La historia del juego nos llevará a descubrir el secreto de los Kemonogami y a intentar volver a casa. Al principio, el relato es muy lento, simple, forzado, algo pesado… Pero las cosas empiezan a cambiar a partir del capítulo 3.
A partir de ese momento, el juego mejora porque la historia se pone seria. El título empieza a endurecerse y tiene algunos giros de guion interesantes. La historia es oscura y está bien, ya que consigue mantenerte enganchado. El juego tiene instantes tan duros que parece hasta extraño para ser este un relato de Digimon. El gran problema es que algunos jugadores no lograrán llegar hasta ahí (unas 7 horas de juego) porque el inicio, como decía, es terriblemente lento y denso. Eso sí, la espera merece la pena.
De verdad, creedme si os digo que a veces el título se vuelve incluso terrorífico y no tiene miedo de introducir el drama, con desenlaces muy turbios para nuestros chavales en algunas ocasiones. El “Survive” está por algo en el título, solo digo eso. Lo que me ha gustado del juego es que te hace sentir el peso de las decisiones, con algunos momentos de puro sufrimiento.
Porque sí, constantemente tenemos que tomar decisiones en las muchísimas conversaciones que nos encontramos. En ocasiones esa elección subirá la afinidad con alguno de nuestros compañeros (eso da algunas recompensas y mejoras) y en otras cambiará el rumbo del juego. Aún así, sí tengo que decir que hay ocasiones en las que el título nos forzará a seguir un camino preestablecido, dándonos una falsa sensación de que podemos cambiar las cosas.
También tendremos que investigar las diferentes zonas del mapeado, ya sea observando directamente o con la cámara de nuestro móvil, que será capaz de revelar algunos secretos. A veces esa exploración cansa y es fácil pasar de ella, pero la realidad es que se encuentran recompensas interesantes, que incluso pueden ayudar más adelante en momentos inesperados.
El juego tiene varios finales y, si os engancha, el factor de rejugabilidad con la Nueva Partida + está ahí. De esa forma, podréis ver la historia en sus diferentes vertientes. Nuestras decisiones cambian la moral, que es el factor que cambia el desarrollo de los acontecimientos. Os recomiendo que en vuestra primera partida no penséis en esto y juguéis como os salga del corazón en cada momento.
Si después de la primera partida (25-30 horas sin problema, y más si os da por capturar todos los Digimon u os entreteneis) os apetece más, forzad las decisiones para poder ver otros finales. Por cierto, en las nuevas partidas empezaremos con nuestros Digimon entrenados para facilitar el avance, aunque al final del juego todo se volverá algo más duro. Además, aparecerán unos combates con enemigos muy fuertes que darán grandes recompensas.
Agumon digievoluciona eeeeeeeen…
Los combates son lo que más me ha gustado y ojalá el juego hubiera sido más de esto que de novela visual. Tampoco es que sean una maravilla, ojo, pero es lo más entretenido. Durante la historia, nuestros protagonistas irán consiguiendo de forma automática sus Digimon, que podremos usar en batalla. Poco a poco irán creciendo y conseguiremos digievoluciones. Por supuesto, algunos monstruos tienen muchas ramificaciones y conseguir todas sus evoluciones será un reto en sí mismo.
La forma de reclutar Digimon salvajes recuerda mucho a la de Persona, teniendo que hablar con los monstruos para hacer que se unan a nuestro equipo o para que nos den objetos. Lo negativo es que el sistema me ha parecido confuso y no queda nada claro qué respuestas son las óptimas para cada monstruo. Lo mejor es prueba y error, y apuntar en algún lugar qué respuestas son las buenas para cada Digimon.
Cuando hablamos con un monstruo, nos hace tres preguntas y tenemos cuatro respuestas para cada una. Cada Digimon salvaje tiene una barrita con seis huecos que vamos llenando. Si hacemos una respuesta muy buena a una pregunta, llenaremos dos de los huecos; si respondemos bien a todas, se llenará dicha barra. En teoría, si la barra está llena al máximo, el porcentaje de captura debería mejorar, pero esto no siempre pasa.
De hecho, me ha parecido un sistema frustrante y roto. En varias ocasiones, conseguir cuatro huecos o seis de la barra daba igual, ya que el porcentaje de captura se mantenía inamovible. Es algo que no tiene mucho sentido y que no termina de funcionar de la mejor forma. A los Digimon, por cierto, se les captura normalmente en “Combate Libre”, una opción que tenemos a nuestra disposición en ocasiones y que sirve para subir de nivel y hacernos con otras criaturas. Además, también hace otra función: amplía la cantidad de combates todo lo que nosotros queramos, ya que por historia hay pocos.
En cuanto a las peleas en sí, son divertidas, pero no muy destacables. Son peleas tácticas por turnos, donde la velocidad de nuestro Digimon influye en el orden de movimiento. Por lo demás, cada monstruo tiene sus debilidades y fortalezas (que tendremos que ir consultando), y además hay tres tipos de Digimon distintos, en un sistema piedra-papel-tijera que es clave conocer: vacuna, virus y datos. Realmente esto es lo más importante a vigilar, ya que atacar con ventaja de tipo hace mucho daño.
Será importante tener a nuestros Digimon a buen nivel y tener un equipo más o menos equilibrado para poder afrontar los retos de la historia. El juego no me parece difícil, aunque hay algunos momentos en los que tendremos que jugar con mucho cuidado para no caer en combate, especialmente en batallas contra jefes, las más interesantes. Por supuesto, en las peleas podremos digievolucionar: los Digimon de nuestros protagonistas irán consiguiendo evoluciones por historia, pero para los demás necesitaremos piedras evolutivas, que normalmente nos dan los propios monstruos en batallas.
Por último, el juego tiene voces en japonés y textos en castellano. Yo no he detectado fallos en la traducción, así que es un hecho a aplaudir. En PC, eso sí, tuve que tocar un parámetro de configuración de unos códecs de vídeo porque el juego se quedaba congelado en la primera cinemática. No sé si ya estará corregido, pero la solución era muy sencilla y era algo que solo sucedía ahí.
Conclusiones
Si eres muy fan de Digimon, te gustan las novelas visuales y toleras los combates tácticos por turnos, adelante, Digimon Survive es para ti. Si leer hasta la saciedad no es lo tuyo, no puedo recomendarte el juego. El título de HYDE cumple y la historia es buena aunque tarde en arrancar, pero hay otros ejemplos de videojuegos así que están mucho mejor llevados (por ejemplo, Triangle Strategy). Los combates no son una maravilla y no son motivo suficiente para lanzarse a por él, pero a mí me han entretenido. Un juego de nicho y que no gustará a muchos jugadores, pero que tiene sus detalles interesantes.
Por último, dar las gracias a PR Garage por cedernos una copia de Digimon Survive.