Budget Cuts Ultimate reúne en una edición definitiva el primer y segundo juego de esta saga de videojuegos de sigilo de realidad virtual. Con una mecánica que reinterpreta los portales de Portal, este título es ya un clásico de la VR. Pero, ¿merece la pena en 2023? Te cuento lo que me ha parecido en este análisis de la versión de PS VR2.
La primera vez en este mundo de sigilo
No quiero engañar a nadie, porque nunca lo he hecho y es absurdo: yo no había jugado antes a Budget Cuts, ni al original ni a la secuela, por lo que ha sido mi primer contacto con la saga. Creo que mi visión, aparte de que por supuesto es válida, puede ser la de muchos jugadores, que se preguntarán si este videojuego merece la pena en 2023, ya que Budget Cuts salió en 2018 y Budget Cuts: Mission Insolvency en 2019.
Estos juegos, desarrollados por Neat Corporation, nos ponen en la piel de un humano que lucha contra TransCorp, una malvada corporación en la que solo trabajan robots. En el primer título, el objetivo es escapar de la oficina en la que trabajamos sin ser descubiertos, ya que las personas han estado desapareciendo y nosotros somos el próximo objetivo de un grupo desconocido.
En la secuela, la historia avanza y nos lleva por diferentes escenarios en nuestra pelea contra TransCorp, dando mayor variedad a la jugabilidad y llevando a un nivel superior lo que ofrece el original. La mecánica central de Budget Cuts recuerda en cierta medida a Portal, aunque es mucho más básica, todo hay que decirlo, pero también tiene que ver con portales y teletransporte.
A nuestra disposición tenemos una pistola que crea portales. Al usarla, realizamos un portal que nos permite teletransportarnos a la ubicación a la que hayamos disparado, Esto nos permite, además de sortear enemigos, colarnos por huecos imposibles, como rendijas de ventilación, o superar grandes obstáculos, como poder pasar de un edificio a otro por sus ventanas. La idea es muy chula, pero no me ha parecido tan entretenida con el paso de las horas.
Insisto en que este es un juego de sigilo. Nuestra meta es superar las diferentes fases sin ser descubiertos, yendo de un lado para otro, mientras conseguimos algunos objetos para avanzar. El problema está en que, si los robots enemigos nos descubren, moverse con el teletransporte se hace algo tedioso cuando tienes que hacerlo rápido y es fácil acabar atrapado, lo que implica tener que volver a empezar desde el punto de guardado anterior.
Es cierto, eso sí, que en esta versión podemos activar desde el menú la opción para andar libremente, ya que teóricamente la única forma de movernos es mediante el teletransporte. A mí me ha gustado la posibilidad, porque en algunos momentos que me estaba frustrando el teletransporte, he podido controlar algo mejor mis movimientos. Aún así, no puedo evitar pensar que, quizá, es romper un poco la idea original.
Por cierto, los enemigos también pueden sufrir nuestra ira: desde poder lanzarles una taza que encuentres por ahí, hasta atacar de forma más violenta con cuchillos. No hay una gran variedad de armas, pero a veces se crean situaciones realmente graciosas (es una obra plagada de humor). En la secuela, el uso de las armas varía un poco, por durabilidad y otras cuestiones, pero no deja de ser una evolución de lo visto en el original. Eso sí, el control de algunos de estos objetos deja que desear, como el arco.
No aprovecha PS VR2
En Budget Cuts Ultimate podemos acceder a cualquier fase desde el menú, por lo que si ya jugaste al videojuego, puedes rememorar los mejores momentos o saltarte los que te aburrieran. Me ha parecido un buen añadido, incluso para alguien como yo que no había jugado antes, pero hay que tener cuidado si quieres seguir el orden lógico de la historia, porque puedes entrar a un nivel avanzado sin darte cuenta.
El videojuego está traducido al español con subtítulos, pero no de forma completa, ya que algunos diálogos secundarios no se muestran en nuestro idioma. En general, la presentación de los textos es bastante mejorable y en esto sí se ha avanzado mucho en los últimos años en VR. Esto, al final, no deja de ser una extensión de un apartado artístico y gráfico muy sencillo, que funciona a medias.
Para ser PS VR2, el videojuego se ve bastante simplón y con algunos defectos gráficos poco entendibles, teniendo en cuenta que no es ningún portento en lo técnico. A nivel artístico poco que comentar, ya que los colores planos y limpios están bien elegidos (de hecho, la paleta de color comunica diferentes cosas al jugador en ciertos momentos), pero el rendimiento hace que todo se vea muy justito.
Tampoco acompaña el casi nulo uso de las características de PS VR2. Lo único de lo que se beneficia el juego es de la vibración háptica del visor cuando un enemigo nos golpea. Olvídate del seguimiento ocular o de los gatillos adaptativos, nada de esto se ha aprovechado. Es una verdadera pena; siempre comento que no sé si esto es tan difícil de implementar, pero se pierde en parte la gracia de jugar en PS5.
Por último, hay que señalar que el videojuego posee un modo Arcade, con diferentes desafíos y retos para aquellos que quieran hacer algo más además de superar las historias de ambos títulos. Por cierto, la duración total de la obra está en unas 10 horas, aunque todo depende de lo rápido que superes cada fase (si las sigues ordenadamente de forma escrupulosa, claro).
Conclusiones
Budget Cuts Ultimate reúne dos clásicos del sigilo en VR en una sola obra y da para varias horas de diversión, tanto por el planteamiento jugable, como por el toque de humor de la saga. Aún así, las mecánicas se quedan algo escasas para la realidad actual y el juego no aprovecha bien las capacidades de PS VR2 y PS5.
Por último, dar las gracias a Neat Corporation por cedernos una copia de Budget Cuts Ultimate.
