Broken Edge es uno de los videojuegos de realidad virtual más esperados de este final de año, lleno de lanzamientos destacados de VR. Este juego de lucha se centra en los duelos de espadas en combates 1 vs 1, en el que controlamos diferentes espadachines con habilidades muy diversas. TREBUCHET, estudio a cargo del título, ha creado una obra divertida, curiosa y difícil de dominar, que destaca especialmente en su apartado multijugador. Te cuento más en este análisis.
No voy a mentiros: no me gustan demasiado los juegos de lucha. No sé si es por su profundidad y complejidad, o por su constante repetición, pero son títulos que no me atraen lo más mínimo. Por eso, aunque Broken Edge no tenga nada que ver con Street Fighter, Multiversus o DNF Duel, tenía dudas de si encajaría conmigo. Pues bien, bastaron 15 minutos para convencerme de que esta propuesta es única, diferente y abierta a otro tipo de público, más allá de aquellos que busquen juegos de peleas.
Porque lo primero que hay que dejar claro es que Broken Edge no tiene nada que ver con esos videojuegos que he mencionado antes. El videojuego desarrollado por TREBUCHET, que ya está disponible en Meta Quest 2 y Steam, nos ofrece peleas de uno contra uno con espadas en primera persona. Aún así, reducir esta obra a esa definición es caer en la simplicidad, algo que en absoluto sería justo con el juego,donde cada una de las clases de personajes disponibles está muy cuidada.
Te desafío a un duelo
En el videojuego podemos encarnar a diferentes clases de espadachines, con su jugabilidad y habilidades únicas. A nuestra disposición hay luchadores tan variopintos como un bárbaro con una gran espada, un duelista con estoques o un samurái con espadas, entre otros. En total, existen 6 clases de personaje distintos, con su propia forma de ser jugados. Insisto en esto: no hay dos espadachines iguales en Broken Edge, por mucho que compartan algunas mecánicas.
Es ahí, precisamente, donde reside la gran virtud del juego, en su variedad y profundidad de personajes, realmente trabajados. No es que cada uno tenga una jugabilidad diferente por las grandes ideas de los desarrolladores, es que me consta que el estudio ha estudiado a conciencia artes marciales y técnicas de lucha antiguas para que cada uno de los espadachines disponibles tenga su propia personalidad.
Esto hace que cada partida sea un mundo, porque aunque se nos dé muy bien un personaje, puede que nos tengamos que enfrentar a otro que, por alguna de sus características, tenga algo de ventaja sobre nosotros. Estudiar al rival y sus movimientos, y conocer cómo puede llegar a derrotarnos, es clave para salir victoriosos en las diferentes peleas. El juego es fácil de entender, pero muy complicado de dominar, porque cada espadachín es un mundo en sí mismo.
Por ejemplo, el Bárbaro es más “básico” y centraremos nuestra estrategia en mantener a raya a nuestro rival (porque nuestra espada es muy larga y grande) y golpear duro cuando se dé la oportunidad, pero el Persa es radicalmente distinto. Con este, nuestra forma de jugar cambia completamente, hasta el punto de que tenemos que prácticamente “bailar” para matar, puesto que el movimiento constante de nuestras muñecas carga nuestras espadas, volviéndolas más letales.
Estrategia en el duelo
Entender perfectamente a cada uno de los personajes es básico para ganar. Pero, ¿cómo se logra la victoria en Broken Edge? El objetivo en cada uno de los duelos es sencillo: acabar con el rival. Para hacerlo, tenemos que romper las espadas del contrario, aunque en la mayoría de ocasiones, golpearlas también dañará las nuestras. Cuanto más cerca del mango impactemos la espada rival más daño sufrirá. Cuando conseguimos quebrarlas, podemos golpearle en el cuerpo y sumar un punto.
El truco está en intentar golpear la espada rival con la parte superior de la nuestra, ya que así minimizamos el daño recibido. Tenéis que entender que, tal y como está creado el sistema, si impactamos con la mitad de nuestra espada en la del enemigo, ambos sufriremos 50 de daño. Bastan unas partidas para captar bien el concepto (perfectamente explicado en tutoriales), pero es cierto que al principio choca un poco. Por tanto, estamos ante un juego muy estratégico y no vale ir a lo loco para ganar los duelos, que suelen ser al mejor de cinco rondas (necesitamos ganar tres para salir victoriosos).
Hay que señalar que Broken Edge es un juego en el que el contacto es mínimo, meditado, elegante, reducido, no vale el frenetismo. Hay que calcular nuestros movimientos para golpear al rival, que estará pensando en bloquear nuestro golpe o en atacarnos por la mejor vía. Es más, si no impactamos en la espada, simplemente empujaremos al enemigo hacia atrás, porque primero hay que acabar con las armas. Atacar al cuerpo, en la mayoría de ocasiones, no sirve de nada.
Aún así, no todo es pausa y uso de la razón; hay espacio para la locura, claro está. Cada espadachín tiene movimientos especiales, explicados en tutoriales avanzados, que no son tan sencillos de ejecutar. Normalmente es necesario hacer un movimiento muy concreto y es importante calcular bien los tiempos, porque no suelen ser ataques totalmente inmediatos. Además, como ya he adelantado antes, se puede matar de forma directa sin tener que destruir las espadas del rival primero cargando las espadas, acción que podemos contrarrestar con el movimiento defensivo.
Broken Edge brilla en el multijugador
Broken Edge tiene muchos niveles para jugar en solitario contra la IA (que lucha bastante bien, por cierto) y para daros horas de diversión, con una buena sorpresa si superáis el modo individual, aunque es cierto que le faltan modos de juego. Aún así, la realidad es que está orientado al multijugador y a disfrutar con otros jugadores. Es ahí realmente cuando brilla y cuando el tiempo pasa casi sin que te dés cuenta, porque cada combate es distinto y porque esa variedad de personajes provoca multitud de situaciones inesperadas.
He tenido la suerte de probar el juego en multijugador online con jugadores aleatorios y también con nuestro compañero Luis Miguel Lorente de Desconsolados. Realmente es en este apartado donde es más fácil pasarlo en grande, aunque también es cierto que su disfrute depende mucho de la estabilidad de vuestra conexión. Meta Quest 2, plataforma en la que he jugado, no tiene la mejor conectividad WiFi y he sufrido algo de lag en mis partidas, lo que empaña algo la experiencia global.
Otro de los peros que también le pongo al juego es que el tracking no es perfecto. A veces mi espada no ha respondido exactamente a mis movimientos y también he sentido en varias ocasiones que los impactos que he provocado, tanto en modo offline como online, no han sido exactamente en el lugar en el que yo he creído que he golpeado. Pero bueno, no es algo que impida en absoluto disfrutar del título y, simplemente, hay que intentar adaptarnos a este hecho. Me gustaría que el estudio mejorara un poco este apartado, eso sí.
En cuanto al desempeño técnico (y recalco que he jugado a la versión de Meta Quest 2), Broken Edge funciona perfectamente, excepto por esos problemas de lag en el multijugador. El juego muestra un rendimiento fluido y es realmente disfrutable a nivel visual, con un estilo gráfico único y especial. Es maravilloso lo que ha logrado TREBUCHET con los gráficos y me encantaría ver videojuegos RPG con este estilo, porque son preciosos. Por último, decir que no existe la posibilidad de comunicarnos por un chat interno del juego con otros jugadores, pero la solución es sencilla: llamada por voz con la app de Meta.
Conclusiones
Broken Edge es un muy buen juego de duelos de espadas y el trabajo que hay detrás de cada uno de los personajes es admirable, porque son variados, profundos y entretenidos. Es un título fácil de entender, pero complicado de dominar, que brilla especialmente cuando nos enfrentamos a otros espadachines humanos a través de combates multijugador. Aunque no es un juego perfecto y le faltan modos de juego, creo que es una experiencia lo suficientemente única, fresca y divertida como para recomendaros que lo juguéis.
Por último, dar las gracias a TriplePoint PR por cedernos una copia de Broken Edge.
