Ancient Dungeon sale por fin en la tienda oficial de Meta Quest 2 y es realmente divertido.
Ancient Dungeon no inventa absolutamente nada, pero su propuesta está tan bien trabajada que te engancha sin remedio. Este dungeon crawler y roguelike, con un estilo gráfico voxel a lo Minecraft, es una de las grandes sorpresas del año en Meta Quest 2. Su periodo en AppLab ha sido largo, pero el resultado es un videojuego muy entretenido y redondo si os gusta el género.
Los roguelikes han sufrido un aumento de popularidad tremendo en los últimos años, aunque, por suerte, esta mecánica la hemos visto aplicada de distintas formas, lo que ha ayudado a evitar la saturación. Hades, Returnal o incluso Slay the Spire son ejemplos muy diversos de lo que este tipo de juegos pueden dar. Ancient Dungeon, el juego de ErThu, ya está disponible en Meta Quest 2 tras un periodo en AppLab y mezcla el estilo roguelike con los dungeon crawler.
Básicamente, Ancient Dungeon es un videojuego de acción y exploración en el que nuestro objetivo es explorar mazmorras de principio a fin sin morir. Pero, claro, eso no es nada sencillo: multitud de enemigos, jefes, trampas y alguna que otra sección plataformera intentarán que nuestro camino no sea precisamente un paseo por la playa viendo el atardecer. ¿Te haces una idea? Pues te cuento por qué me ha parecido tan divertido.
La magia de lo desconocido
Estar dentro del mundo de Ancient Dungeon es una experiencia en sí misma, sobre todo si Minecraft ha tenido impacto en vuestra vida. Entrar al juego y ver los gráficos voxel es algo que choca de primeras, pero es sencillo acostumbrarse rápido a ellos. De hecho, el juego es muy simpático a la vista, a pesar de que, evidentemente, todo tiene un aire tétrico y peligroso.
Ancient Dungeon nos lanza al peligro de unas mazmorras que, como pasa en otros juegos del género roguelike, tenemos que superar sin morir ninguna vez. Si lo hacemos, volveremos a nuestra base (una especie de cueva poblada por extraños personajes) y tendremos que reintentarlo. Los mapas cambian en cada una de nuestros intentos, lo que permite que no nos cansemos tan rápido de una propuesta demasiado conocida, pero que cumple en este caso.
Cuando nos aventuremos a las mazmorras tendremos a nuestra disposición una espada y un cuchillo que podemos lanzar contra cualquier cosa de forma ilimitada, aunque también es posible desbloquear un arco para atacar desde lejos todo el tiempo. Sinceramente, ambas opciones me han parecido divertidas y, desde el principio, tener la posibilidad de lanzar el cuchillo ayuda mucho a realizar jugadas muy chulas. Aún así, no puedo esconder que me hubiera gustado contar con un arsenal mayor.
Como pasa en otros juegos del género, lanzarnos a Ancient Dungeon es hacerlo a lo desconocido, pero precisamente esa es la magia del juego. Cada nuevo enemigo, cada nueva trampa, cada nuevo jefe, cada nuevo objeto… En general, cualquier elemento nuevo, es un momento emocionante y que se siente mucho mejor en realidad virtual por el desconocimiento de lo que puede suponer el descubrimiento.
Porque sí, en las mazmorras encontraremos objetos que mejorarán nuestras habilidades con diferentes ventajas de forma pasiva y otros que podemos utilizar en el momento, ya sea para curarnos o atacar. También encontraremos dinero para comprar en tiendas o llaves para abrir cofres, pero todo esto desaparece una vez que morimos, por lo que en cada viaje tendremos que rezar para tener suerte en los drops.
Por ejemplo, en mi primera vez en Ancient Dungeon conseguí una habilidad que hacía que mi cuchillo explotara cada vez que impactara con un objeto o con un enemigo. Era súper divertido usarlo con esa ventaja (además de que me daba mucho más ataque, claro). Dependemos un poco de la suerte, pero la realidad es que el juego no es demasiado difícil, y nos bastará aprender las rutinas de los enemigos para ir avanzando en futuros intentos.
Hablando de los enemigos, al principio os enfrentaréis a criaturas muy básicas y con comportamientos realmente previsibles. Esto, por suerte para nuestro entretenimiento, cambia conforme avanzamos en la mazmorra. Los enemigos más avanzados tienen movimientos y ataques más complejos, y serán capaces de ponernos en un aprieto si no estamos atentos a lo que sucede.
Aunque no solo tendremos que estar muy pendientes de todos los monstruos, sino que también deberemos estar atentos a las trampas que pueblan muchas de las zonas. Y, además de todo eso, hay algunas fases de escalada o “plataformeo” (entrecomillo porque salto no hay) que pueden acabar muy mal si no llevamos cuidado. El peligro está en cualquier esquina en el título.
Mejorando con la muerte
Al morir, conseguimos unos puntos que podemos canjear en la base. Estas mejoras sí son permanentes y nos permiten ser cada vez más fuertes, con distintas ventajas que nos harán la vida más fácil en las mazmorras. Conseguir estos puntos nos llevará tiempo, pero al final todo dependerá de nuestra habilidad: cuanto más aguantemos en nuestra run y mejor lo hagamos, más puntos obtendremos.
El juego sigue el esquema básico de los roguelikes, pero tiene ciertos detalles que ayudan a acabar con la monotonía. Por ejemplo, las habilidades permanentes nos pueden llegar a desbloquear caminos secretos. Además, el juego ofrece un gran número de retos que debemos superar si buscamos completar el 100% del título. Algunos son sencillos y los cumpliremos jugando sin ni siquiera pretenderlo, pero hay otros que necesitarán de mayor esfuerzo.
Ancient Dungeon no inventa nada y sigue un esquema habitual, pero está muy bien hecho, y no hay que olvidar que es un proyecto muy humilde. Todos sus elementos funcionan bien, es divertido de jugar y se siente muy pulido. Si os gustan este tipo de juegos, dadle una oportunidad; aunque no destaque en nada en particular, la suma de las partes funciona y me parece una buena sorpresa a tener en cuenta en realidad virtual. Os lo recomiendo como un roguelike ligero y directo.
Por último, dar las gracias a Eric Thullen por cedernos una copia de Ancient Dungeon.