Resident Evil 3 Remake ha llegado a PS4, Xbox One y Steam de la mano de Capcom. Tras el éxito del remake de RE2, la compañía nipona se puso manos a la obra y nos permite ahora volver a Raccoon City. La historia, que sucede en la misma línea temporal del 2, narra la lucha de Jill Valentine y Carlos Oliveira contra la organización Umbrella y el temido Virus T. El título utiliza de nuevo el RE engine y luce espectacular. Es muy entretenido, aunque es un juego corto y mucho más lineal que su antecesor. La gran novedad del juego es la inclusión de Resident Evil Resistance, un modo multijugador online asimétrico, que resulta bastante entretenido y dinámico.
Hablando de virus…
La historia de Resident Evil 3 Remake da mal rollo. Antes, ahora y siempre. Una organización farmacéutica (Umbrella) ha creado el Virus T, un arma biológica que convierte a los infectados en zombis. Este virus se ha escapado de las instalaciones de dicha organización y ha convertido Raccoon City (EE. UU.) en un nido de infección descontrolada. En la situación global actual aún da más respeto este tipo de argumento, la verdad. Nuestra protagonista, Jill Valentine, policía del escuadrón especial S.T.A.R.S., tiene que intentar huir de la ciudad, tras ver cómo muchos de sus compañeros han caído en la misión de descubrir qué ocurría.
Por si esto fuera poco, el famoso Némesis, otra abominable creación, ronda la ciudad y nos querrá matar prácticamente desde el minuto uno. Por si alguien aún no sabe qué es Némesis, el mejor resumen es que es un arma biológica mutada, una especie de súper zombie fortísimo, capaz de usar armas y que parece reírse de nuestros ataques. Hubo mucha polémica hace un par de meses sobre el papel de Némesis y hay que decir que da menos follón que Mr. Tyrant en RE2 Remake. Los encuentros con Némesis, a excepción de algunos puntuales en los que la mejor opción será salir por patas, están concebidos como batallas contra un boss.
En la huida, Jill se encuentra con otros personajes que tienen mucho peso en la historia, como Nicholai Ginovaef o Carlos Oliveira. Este último, miembro del U.B.C.S. (mercenarios de Umbrella que pretendían contener el virus), será el otro personaje jugable del título. Su intervención es clave y coprotagoniza RE3 junto a Jill. Al final, ambos se ven inmersos en una lucha desesperada por conseguir la cura del Virus T y evitar que se extienda por los Estados Unidos.
Más frenético, pero más lineal
Resident Evil 3 Remake es una reinterpretación del original. No es un remake 1:1 y se toma sus licencias. Eso provocará que algunos de los fans detecten novedades y carencias, tanto en la trama, como en los escenarios. El juego es una precuela y una secuela a la vez de Resident Evil 2, ya que transcurre en las mismas fechas.
El juego hay que compararlo inevitablemente con el remake del 2. Lo primero que hay que contar es que se juega de forma muy diferente. En Resident Evil 3 Remake hay más variedad de escenarios y pasamos menos tiempo en ellos. En el 2, por ejemplo, estábamos mucho tiempo en la comisaría. Era casi como nuestra casa. En RE3 estamos menos tiempo en los lugares y tenemos que hacer las cosas más rápido.
Este juego es frenético, tiene mucha acción (hay más munición y no suele faltar) y te invita a no parar ni un segundo. Aunque Némesis no sea tan follonero en la práctica como lo fue Mr. Tyrant, la realidad es que la sensación de prisa y agobio está muy bien conseguida, principalmente por su presencia. El ritmo narrativo es bueno, mantiene el interés y las escenas encriptadas que saltan de vez en cuando son espectaculares.
Pero es mucho más lineal. Hay cierto backtracking, pero es liviano (aunque recomendable). Es sencillo encontrar la llave que abrirá la puerta que ahora no te deja pasar. Nos daba la sensación de ser más complejo en RE2. Y, además, el juego es corto. El primer run dura unas 5-6 horas, y si quieres rejugarlo (habrá nuevas dificultades y posibilidad de desbloquear nuevas armas y objetos) y conseguir «méritos» (trofeos internos del juego) aún serán menos. Nada de historia nueva, eso sí. RE2 Remake ofrecía mucho más en cuanto a contenido puro.
Survival, pero a ratos
Como decíamos, hay mucha más munición en RE3 que en RE2. El título es diferente y está pensado para atacar más. Si gestionamos nuestras balas con cabeza es raro que nos veamos en situaciones de agobio, aunque alguna existe. Por supuesto, también depende la habilidad del jugador para gestionar el inventario (que podremos ir ampliando si encontramos las clásicas riñoneras) y para apretar el gatillo.
Las armas son bastante satisfactorias de usar (el lanzagranadas es maravilloso) y el juego es muy divertido en ese aspecto. La inclusión de más variedad de enemigos (algunos realmente asquerosos) ayuda también a incrementar el disfrute. Eso sí, que con la metralleta de Carlos necesitemos disparar a la cabeza de un zombie más que con la pistola de Jill para que este caiga nos ha chirriado un poquito.
Las batallas contra Némesis son de lo mejor de Resident Evil 3 Remake y nos obligan a tener muy claros nuestros movimientos. El amigo no perdona ni una. Son luchas que nos mantienen en tensión y no nos permiten vacilar ni un instante.
Por cierto, se han incluido un par de movimientos al repertorio de los personajes para ayudarnos en nuestra huida. Jill puede hacer una especie de paso largo para esquivar y Carlos da un súper puñetazo. La verdad, ayudan lo justo, pero son añadidos que se agradecen.
La resistencia
Una de las grandes novedades del título es la inclusión del modo Resistance. Este apartado es un juego multijugador asimétrico online 4 contra 1. Básicamente los jugadores pueden estar en uno de los dos bandos: Cerebro o Supervivientes. En Resident Evil Resistance unos humanos tratan de escapar de un escenario de pruebas del Virus T.
Si nos toca o elegimos ser Cerebro, tendremos que tratar de evitar que los Supervivientes escapen de la prueba, generando zombis, poniendo trampas, manejando mutantes o disparando desde rincones escondidos. Si por el contrario nos toca ser uno de los cuatro Supervivientes, nuestra labor será escapar de las diferentes salas, completando algunos puzles y acabando con los peligros que el Cerebro nos ponga. La partida se divide en tres fases y normalmente es en la última cuando se vende el pescado realmente.
Resistance se siente como un juego totalmente aparte a pesar de compartir motor y la mayoría de controles. Es bastante dinámico y nos ha entretenido en unas cuantas partidas que hemos echado, pero como Capcom no lo mime mucho no estamos seguros de cuánto dará de sí. Es un plus interesante, si bien tampoco es para todo el mundo y muchos de los que compren RE3 ni lo tocarán.
Larga vida al RE Engine
No descubrimos nada nuevo, pero el RE Engine es quizá una de las mejores cosas que ha hecho Capcom en los últimos años. Resident Evil 3 Remake va muy bien (lo hemos jugado en PS4 Pro y en PC, con una Nvidia GTX 1070ti) y luce precioso. No tiene fisuras y muestra un rendimiento muy alto, haciendo del juego un placer para los ojos. De nuevo impacta ver a los zombis y a las otras mutaciones, dan verdadero pavor. En el apartado gráfico y sonoro el juego es, una vez más, una roca inquebrantable. Gran nivel el que Capcom muestra con este motor.
Por último, dar las gracias a Koch Media España por cedernos una copia de PS4 de Resident Evil 3.