Xenoblade Chronicles X es uno de los mejores JRPG jamás creados. Es así de sencillo, así que me es muy fácil recomendártelo, Pero, ¿merece más la pena en su versión definitiva que ya está disponible en Nintendo Switch? La respuesta corta es que sí, que es el mejor momento para disfrutar de este juegazo, pero hay cosas a comentar. Análisis de Xenoblade Chronicles X Definitive Edition.
DESARROLLADOR | EDITOR | PLATAFORMAS | FECHA DE LANZAMIENTO |
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Nintendo | Nintendo | Nintendo Switch | 20 de marzo de 2025 |
Un mundo por el que da gusto perderse
La saga Xenoblade Chronicles es una maravilla y Monolith Soft es, sin duda, uno de los mejores estudios japoneses del momento. Cada juego (e incluso los DLCs) ofrece algo distinto que les hace únicos y, precisamente, es Xenoblade Chronicles X el que más se sale de lo establecido. Personalmente, es mi videojuego favorito de la franquicia y lo disfruté mucho en Wii U.
Volver a él en Xenoblade Chronicles X Definitive Edition, que ya ha salido para Nintendo Switch, ha sido (y está siendo) una experiencia fenomenal. Es una aventura que te atrapa sin darte cuenta y quieres seguir jugando sin parar, porque tiene un equilibrio interesante entre estar lleno de contenido y ser un juego de chill. Es un título refugio con el que disfruto sin mirar el reloj.
Y quizá esto último te resulte raro, pero me explico: la exploración es muy disfrutable y es increíble, porque caminar y saltar (sin daño por caída) por el planeta Mira es una gozada; e incluso los combates, siendo semiautomáticos, requieren de tu precisión y atención para usar los ataques y las técnicas de forma eficiente, pero con cierta tranquilidad. Es algo muy personal, pero lo juego con calma y pasándolo genial en cada momento.
De hecho, es curioso que, en un momento en el que los mundos abiertos nos saturan o cansan si no aportan nada, la libertad de este título se siente fresca. Es una maravilla ir de un lado para otro en sus cinco zonas, algo que adquiere otra dimensión cuando consigues tu primer Skell. El estudio de Nintendo es un verdadero maestro en crear estos escenarios y su vigencia sigue a la orden del día.
A estar tan dentro del universo y de la aventura ayuda también la historia. Los últimos supervivientes de la Humanidad han acabado por accidente en el planeta Mira, tras sobrevivir a un ataque alienígena cuando huían de la Tierra en busca de un nuevo lugar habitable. Estos humanos han fundado Nueva Los Ángeles, una ciudad próspera que no está exenta de problemas diversos y que actúa como un enorme HUB central.
El protagonista es un humano que sobrevivió al impacto gracias a estar en una cápsula. Al principio, una comandante de los Blade le rescata y ahí empieza su aventura. El personaje principal ha perdido parte de su memoria y no sabe muy bien qué hace ahí, pero rápidamente se une a las fuerzas de la ciudad para ayudar a mantener a las bestias a raya y seguir su desarrollo.
En realidad, el objetivo de fondo es mucho mayor: el aterrizaje en Mira fue muy forzoso y el Arca que transportaba la nave se fragmentó en varios pedazos que están esparcidos por el planeta. La búsqueda de estos trozos es la parte más crítica de un relato que podría ser mejor en muchos momentos de su nudo, pero es bueno y cumple bien para darle sentido a toda la aventura.
El relato es menos impactante, sobre todo desde el punto de vista emocional, porque el protagonista es mudo y no tiene un desarrollo muy interesante que digamos. A veces parece un NPC más. Te engancharás más a los (muchos) personajes que encontrarás en el viaje, tanto los que se unen directamente a ti para luchar, como los que forman parte de la historia o de la ciudad.
De hecho, esa relación con los otros personajes es uno de los mejores elementos de este título, como también lo son muchas de las secundarias, que tratan cuestiones interesantes y que ayudan al word-building. Y lo curioso es que están relacionados. Hacer misiones incrementa la afinidad con el grupo que lleves y mejorar esas relaciones te permite conocer más de ellos y del contexto.
Por cierto, una de las principales novedades de esta remasterización que ya está en Switch es que se ha añadido nuevo contenido de historia, con más personajes, zonas inéditas y Skells nunca antes vistos. Lo mejor de todo es que se han introducido la mayoría en la misma historia e irás viendo las novedades durante las 60-70 horas que puede durarte la campaña.

Mejoras de calidad de vida
El primer cambio lo encontramos en el combate. Por si no lo sabes, es semiautomático, pero debes estar atento a las indicaciones de tus aliados para usar las habilidades en el momento justo. Si lo haces así y aciertas el pequeño QTE que aparece a veces, harás mucho más daño o mejorarás el efecto, además de curarte. Es un equilibrio interesante entre ¿idle game? y pericia para ser rápido y preciso.
Entonces, ¿dónde está el cambio? Pues bien, cada técnica tiene enfriamiento, pero ahora es posible usarlas sin esperar a su recuperación gracias a una nueva habilidad que te permite hacerlo. “Recarga Rápida” es una barra que se llena conforme batallas y, aunque tarda mucho, puede cambiar el transcurso de una pelea si la utilizas con cabeza. Es un pequeño detalle, sí, pero te aseguro que he notado mucho su introducción.
Otro detalle importante que está directamente relacionado con los combates es que, ahora, todos los miembros de grupo ganan experiencia, independientemente de si los tienes asignados al equipo titular o no. Esto, además de acabar con un grindeo innecesario y bastante pesado, ayuda a que sea más fácil que pruebes diferentes combinaciones sin miedo a perder el tiempo.
Es más, ahora es comodísimo y rapidísimo cambiar a los miembros de tu grupo. Puedes hacerlo en el menú y estés donde estés, con una interfaz bastante clara (dentro de la complejidad del juego, porque hay mil historias, multitud de objetos y muchísimas armas que gestionar). Te recuerdo que en el original tenías que ir a hablar con cada personaje para hacer los cambios y era un fastidio.
Hablando de interfaz, la IU ha sufrido algunos cambios y ahora es más fácil utilizarla. Por supuesto, no es el único retoque visual, ya que los personajes se ven más nítidos y, en general, el aumento de resolución le ha sentado bien. Aún así, va a 30 FPS en el gameplay y esto es lo peor con diferencia. Parece que habrá versión a 60 FPS en Switch 2 y eso puede ser un game changer, la verdad.
Hay otros detalles a comentar también. Por un lado, ahora elegir la división Blade es un tema meramente simbólico, porque no afecta a nada en la jugabilidad (puedes cambiarlo, de hecho). Por otro, el mapa está integrado ahora en el menú principal (adiós a la tablet de Wii U, claro). También es interesante señalar que ahora hay tres espacios para partidas guardadas.
Y, por ir terminando, ahora puedes autoequiparte el mejor equipo disponible de forma rápida, algo que agiliza la gestión del grupo. Por cierto, ahora hay una novedad en la personalización de la apariencia: podrás ponerte una pieza de equipo con sólo verla, pero sólo es un tema cosmético (no tienes que poseerla). Por último: el prota puede cambiar de clase y ahora se pueden resetear los puntos invertidos en artes y habilidades, algo que facilita que cambies de una a otra.
Conclusiones
Aunque me hubiera gustado una mejoría más notable en los gráficos y en la fluidez, Xenoblade Chronicles X Definitive Edition es un JRPG que no puedes dejar pasar. Es un juegazo y ahora se disfruta más que nunca con algunas mejoras de calidad de vida fantásticas. No puede faltar en tu catálogo de Nintendo Switch.

Por último, dar las gracias Nintendo España por cedernos una copia de Xenoblade Chronicles X Definitive Edition.