Análisis de Tiny Pasture

Jugamos a un nuevo idle game que se juega mientras trabajas o haces tareas en tu PC

José Miguel Rodríguez Ros
7 minutos de lectura
Tiny Pasture
8 RECOMENDADO
Tiny Pasture
STEAM

Los idle games que te acompañan mientras haces otras tareas están de moda y no paran de salir nuevas propuestas. A este paso se nos va a llenar la pantalla por la cantidad de juegos que están saliendo, pero no me quejo, porque soy muy fan. El último en acompañarme en mi ordenador es Tiny Pasture, un videojuego en el que debes criar y cuidar animales en tu granja. Análisis.

DESARROLLADOREDITORPLATAFORMASFECHA DE LANZAMIENTO
CaveLiquidCaveLiquidPC18 de febrero de 2025

Rusty’s Retirement es el padre de los juegos inactivos que se reproducen en un hueco de tu pantalla mientras haces otras cosas. Ya adelanté en su análisis que ese juego inventó un nuevo género, y el tiempo me ha dado la razón. En 2025 han salido ya varios títulos que siguen su estela y aquí te he hablado de dos de ellos: My Little Life y Ropuka’s Idle Island. Y hoy te hablo de otro más.

Tiny Pasture es el nuevo videojuego de CaveLiquid. Es un idle game que sólo ocupa una parte de tu pantalla, para que puedas hacer otras cosas en tu ordenador mientras lo juegas. Al ser un juego inactivo, tu intervención es limitada, por lo que es perfecto para tenerlo de fondo. Aún así, te adelanto ya que es un título con mucho contenido y que te permite hacer un montón de cosas.

Tiny Pasture

La premisa es sencilla: tienes una granja y tu objetivo es tener el máximo número de animales posible para generar ingresos. Tus adorables amigos te dan dinero de forma pasiva cada cierto tiempo, pero es necesario que los alimentes, limpies sus cacas y mejores su lugar de vida desarrollando la finca con decoración y estructuras útiles que sirven para diferentes tareas. Eso sí, los comienzos nunca son fáciles.

Al empezar sólo tienes un conejo y un espacio para que corra y salte. Nada más. Con algo de paciencia y estrategia podrás comprar otra cría de conejo, que te dará más dinero cuando sea adulta. Con los ingresos de ambas podrás seguir aumentando el número de animales y desbloqueando otros nuevos, como gatos o capibaras, que te darán un mayor rendimiento económico y te abrirán nuevas posibilidades.

Lo que más me ha gustado de Tiny Pasture, más allá de su planteamiento y otros detalles en los que entraré después, es su vertiente de coleccionismo de criaturas. Cada animal puede tener patrones diferentes y nivel de rareza, algo que afecta a la cantidad de dinero que genera. Esto último es completamente aleatorio, pero te obliga a tener un ojo puesto en cada criatura para gestionar bien tu granja.

De hecho, hay un toque de crianza “a lo Pokémon”: cuando desbloqueas la estructura que permite que dos animales tengan un hijo, es clave juntar a padres con rareza alta, porque de esa forma te aseguras que el nuevo animal también sea raro. Más allá de la cuestión económica, te prometo que querrás buscar criaturas de nivel 5 de rareza, ya que son de color arcoiris y molan un montón.

Tiny Pasture

Tiny Pasture es mejor conforme pasan las horas, porque las estructuras nuevas mejoran bastante la experiencia de juego. De hecho, tiene una mecánica que va en contra de los juegos inactivos: los animales pueden enfermar si dejas el título mucho tiempo sin atender y no les alimentas, y sólo puedes curarlos comprando medicinas. No me ha parecido algo muy coherente con el planteamiento de un idle game.

Es más, las criaturas almacenan unas cuantas monedas y, si no las coges, no es posible que sigan consiguiendo más. Vamos, que necesita de tu atención más de lo que parece en las primeras horas. Por suerte, todo esto cambia conforme vas mejorando el huerto: hay instalaciones mágicas que previenen el hambre extrema y otras que recogen las monedas de los animales sin que tengas que hacerlo tú.

Tiny Pasture

En realidad, lo que en un principio es un dolor de cabeza, luego se convierte en un buen diseño, porque la progresión es muy notable. Da gusto ver cómo evoluciona tu granja con las instalaciones mágicas (aunque hay muy pocas) y sí sientes que has invertido de verdad en ella, porque es más eficiente. Por tanto, aunque al principio se haga un poco duro, te animo a que seas paciente, porque mejora.

De hecho, el juego esconde un montón de sorpresas, como fantasmas y otras criaturas, que dan una variedad mayor a la experiencia. No quiero destriparlas, porque se perdería la gracia de que las descubras por ti mismo. Así que, aunque al principio sentí que todo era lento, Tiny Pasture me ha encantado y sigo jugando para sacar los logros, que es algo que siempre motiva en este género.

Gráficamente es muy simpático, con un pixel art detallado y colorido. Tiene muchos elementos que se ponen encima de tu escritorio y me ha gustado que no tiene grandes fondos propios que ocupen todo el hueco que requiere, lo que ayuda a una mayor integración con tu pantalla. Por cierto, hay bastantes opciones para adaptarlo al espacio que quieras, algo que me ha parecido genial.

Tiny Pasture es el juego perfecto para jugar mientras haces otras cosas si te gustan los juegos de granja, los animales y coleccionar criaturas. Aunque su inicio es lento, su progresión está bien diseñada. Su componente de coleccionismo y crianza añade una capa estratégica. Te lo recomiendo.

PCMGAMES - Medalla Recomendado

Por último, dar las gracias a CaveLiquid por cedernos una copia de Tiny Pasture

Tiny Pasture
Tiny Pasture
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